La Decisión de Fudenas

La Decisión de Fudenas

Da igual cómo te lo has planteado. Si será un reto, si es tu primera vez o tu décimo sexta, si te has decidido por la carrera o te lanzas a mejorar en la ruta. Es indiferente con que deseo vas a enfrentarte a Fudenas, pero lo que hagas, ¡¡ Hazlo bien !!

15ª Fudenas a su paso por Costa Calma

Pasando por Costa Calma, estiramientos

Julio es un buen mes para empezar a preparar tu Fudenas. Dependiendo de tu experiencia en el ciclismo, tendrás que prepararte de una manera o de otra, dependiendo de tu tiempo y de tus obligaciones familiares y laborales has de marcarte un plan de entrenamiento. Cuatro meses son suficientes para llegar con ciertas garantías, siempre y cuando seas ¡ DISCIPLINADO !

Disciplina, esa es la palabra clave y básica para superar tu Fudenas. Disciplina unido a continuidad y decisión. Fudenas es un 60% cabeza y un 40% físico. 

Si hablamos de la carrera, el estar 6, 7 u 8 horas sobre una bicicleta, pedaleando sin parar y sin ganar nada a cambio, simplemente por una decisión personal, has de tener las ideas claras, porque tendrás momentos buenos y malos, momentos que pensarás que no lo logras y dudas de lo que haces allí.

Tres mil ciclistas, mujeres y hombres que pedalean por 3.000 razones, unos y unas pocas para ganar y la mayoría para ganarse.

Vamos a dar unas pequeñas  pinceladas y sin ánimo de que sean cien por cien ciertas, pero que con mi experiencia lograda como ciclista competidor de carretera durante 12 años, abandonada con 35 y luego, ya en mi “decadencia pedalista” con casi 60 años y habiendo terminado todas las Fudenas en carrera, puede ser de gran ayuda. La experiencia es algo de lo poco que puedo hacer gala a estas alturas, bueno y la calva también.

Hablamos de disciplina. Has de marcarte un calendario semanal de entrenamientos, que deberían adaptarse a tus obligaciones personales, pero sabiendo que Fudenas necesita horas y horas. Por tanto, si has decidido participar, has de saber que tienes unos 4 meses en los cuales debes sacrificar tu tiempo en pos de superar este reto que te has impuesto.

Cada uno y una es un mundo y tienes sus circunstancias, pero has de buscar mínimo unas dos horas diarias para entrenar y paulatinamente ir aumentando ese tiempo. Los fines de semana o días que tengas libre, los has de aprovechar para hacer resistencia y horas en la bici.

En mi caso particular desde mediados de Junio ya empiezo a plantearme Fudenas y cada año me cuesta más. En julio comienzo haciendo 2 horas y media martes y jueves, miércoles y viernes salgo también pero o en carretera miércoles y con la bicicleta eléctrica de montaña los viernes, pues me ayuda a mantener el nivel que voy logrando y a continuar haciendo “el culo” al asiento y a las horas. Tras tres semanas, aumento el tiempo y los kilómetros, pasando de las 2h 30 m. y unos 50 km. de montaña, a los 70 km y a las 3h 15m. Y empiezo con un día de la semana para hacer 5 horas, pero sin agobios aún.

Cada tres semanas vuelvo a aumentar y puede que me haga un test de velocidad, en un determinado recorrido que tengo marcado (Barranco-Castillo en mi Strava) para ver como voy. Eso sí, no me vuelvo loco con series, esprines, entreno escaleras, etc, etc. Yo ya me sacrifiqué cuando competía en carretera y el recodar ese tiempo de entrenamientos y sacrificios (llegué a correr con profesionales) me agobia y no me agrada ahora, por lo que sí Fudenas me estresa, ya no me gusta. Pero si lo deseas puedes realizarlo, siendo lo más interesantes sesiones de 5 km a un 90%.

Los avituallamientos, la entrega del soldado

Reconozco que a veces termino cansado, hoy mismo hice 51 km de montaña y con viento, terminé algo agotado, también son 60 tacos, pero lo hago, porque sé que ahí, en ese esfuerzo, es lo que me pone bien para estar 7 horas en la bicicleta, tanto físico como mental.

En agosto sigo aumentando las distancia y las horas, pasando ya a salir los miércoles también, y solo dejo el viernes con la eléctrica para relajarme un poco. Hablando de la eléctrica, es una bicicleta que he descubierto hace 6 meses y que me ayuda a esforzarme, en esos test que hago, la utilizo sin la asistencia (23 kg de peso) para esforzarme más y cuando ya estoy cerca del k.o. utilizo la asistencia eléctrica y ya me relajo un poco, sufro lo que quiero. También la utilizo para hacer tiradas largas al principio, llegando a hacer 140 km, lo que deseo es hacer horas.

En septiembre ya he de coger un día a la semana para hacer recorridos con la de montaña de 5 ó 6 horas, puede que salga con algún grupo de compañeros, pero normalmente prefiero ir solo, la razón de que voy a mi aire, no quiero que nadie se vea obligado a esperarme y además es más duro mentalmente el estar solo, en Fudenas lo estarás.

Nagy Hedvig, la Reina de Fudenas

Ya, faltando un poco más de un mes para la cita de Fuerteventura, aumento la carga de kilómetros y horas, puedo hacer dos veces en semana unas 4 horas y un vez pasar de las 6 horas. No me agobio en llegar a 7 u 8, posiblemente porque no quiero saber lo que haré en Fudenas, pero sí que con las salidas semanales, acostumbro a mi cuerpo a horas sobre el sillín. No sirve de nada el que haga un día 7 horas y luego el resto salga 1h 30m. Lo importante es la cantidad de horas y kilómetros acumulados diários y que el cuerpo se acostumbre a estar sobre el sillín y el calor.

A falta de un mes has de tener claro aspectos de alimentación, bebidas, en qué paradas recogerás avituallamiento en la prueba y los tiempo que has de marcar para superar tu reto.

Acostúmbrate a comer en tus salidas de entrenamiento. Come siempre lo que sueles y si has de hacer algún tipo de pruebas alimenticias o de bebida, hazlo en los entrenamientos, nunca se te ocurra el día de la prueba hacer algún invento extraño.

En mi caso particular y lógicamente no extrapolable a otros, me llevo dátiles, turrones la Moyera, plátanos, orejones y de bebida, casi siempre agua solo, alguna vez algo de glucosa en pastilla o líquida. Soy ciclista viejo y mi cuerpo está bastante hecho a la bicicleta y al esfuerzo. En la prueba no paro hasta el kilómetro 80 en Antigua, lugar que repongo agua y comida y continúo hasta la costa, donde vuelvo a avituallarme. Puede que beba alguna cola, que reconozco que su azúcar y cafeína me ayuda. Suelo llevar una o dos aspirinas por si las horas de Sol me llegan a molestar. A partir de las 2 horas ya como en algún momento y beber (llevo dos botes de 750 cc) lo hago a menudo. Un truco: si no sabes si necesitas comer o no, piensa en el plato que más te gusta y si te apetece, entonces come ya, la pájara puede estar rondando para atacarte.

Volviendo al entreno a un mes vista, has de controlar tu peso y pulso mínimamente y ver que estás en los parámetros correctos. Si nunca te lo has controlado, debes hacerlo desde que comiences a prepararte Fudenas, para no perder un peso excesivo y estarte alimentando correctamente. Con que lo hagas tres veces en semana nada más despertarte, es suficiente. Despertarte, te tomas el pulso y luego, después de orinar, el peso, llevas una hoja de cálculo y ves que el peso que vayas perdiendo sea paulatino, nunca excesivo, gramos semanalmente.

Volviendo a mi caso particular, mido 188 cm, 77 kg y 47 de pulso. Llego a Fudenas con 74 kg, 44 de pulso y creo, que con la edad, ya mido menos 😃.

Cuando corría estaba en 73 kg y 41 de pulso y 25 años, claro. Indicar que soy vegetariano y eso me ayuda mucho al control de peso.

Una vez ya dentro del mes de octubre, Fudenas lo tienes en tu cabeza continuamente. Por tanto conoce la prueba, el recorrido lo has de estudiar, saber los lugares de avituallamiento y marcarte los tiempo que quieres realizar en cada paso de avituallamiento. Yo tengo una hoja plastificada adherida al tubo horizontal donde llevo los tiempo que quiero ir haciendo y así tener una idea del ritmo que quiero marcar. 

Has de saber que hasta el kilómetro 100 casi todos y todas, podemos llegar más o menos bien, pero es ahí cuando empieza la verdadera Fudenas. En el kilómetro 110, comienzan las subidas y bajadas cortas, repechos duros, que a veces es mejor hacerlos caminando para no hacer sufrir a unas piernas que ya están algo agotadas. Vamos junto al mar, casi todo el tiempo y eso nos da una cierta ayuda, además el viento, casi siempre, da de espaldas, no está de más que días antes de la prueba te cerciores de ello. Solo la primera edición el viento fue contrario. También comprueba las mareas, pues con la marea alta, suele haber más viento. Hablando de la marea, ésta ya no nos preocupa si está alta o no, pues ya no pasamos por Jandía y la playa de las Barcas.

Cuando te bajes de la bicicleta en alguno de los repechos, hazlo con cuidado, el músculo está muy sensible y te pueden aparecer los tirones. Y lo mismo al subirte a la bicicleta, hacerlo despacio y comenzar a pedalear poco a poco. Si sufres un tirón, primero frio, el agua mismo y masajea, bájate suavemente y estira el músculo muy suavemente, sin tensionarlo y no subas y pedalees enseguida aún. En mi época de corredor teníamos un truco: cogíamos uno de los imperdibles del dorsal y nos pinchábamos en el músculo que sufría el tirón, ese pinchazo hace que se libere la tensión y el músculo vaya a su lugar (historias del abuelo cebolleta).

A falta de tres semanas has de incrementar los kilómetros semanales y las horas y ya deberías de hacer dos sesiones de 4 horas y una de 5 ó 6 horas. Los lunes, los puedes coger de descanso completo o salir un mínimo tiempo, pero el cuerpo ha de recuperarse también para que pueda dar más de si los días que se lo pidas.

En la carrera, olvídate de quien te pase y a quien pases, tu te has de enfrentar contigo mismo y tus límites y has de tener en tu mente una idea clara, decisión. Habrá momentos malos, sobre todo al inicio, pero pasan, sigue pedaleando, anímate yendo con otros compañeros, Fudenas es muy solidaria y todos y todas nos empujamos. No te despistes con el fuera de control, es una carrera, consulta la web aquí. Y siempre puedes quedarte por un minuto en el corte.

Al final, cuando te vengan pensamientos de cansancio y agotamiento, siempre piensa en positivo, hazlo en tu familia, tu pareja, la ducha, la comida, el lograrlo, el ganarte y lo que te supondrá hacerlo. Cada giro de pedal, es un metro menos y lo vas a lograr, piensa en el carril bici de Morro Jable, las personas aplaudiéndote y los tuyos esperándote en la meta y…dos días en el todo incluido del hotel, que ayuda también 😃.

Y poco más he de decirte. Pero antes de terminar, una cosa muy importante. 

Cuidemos Fuerteventura, respetemos una isla única y una prueba deportiva muy especial. Cuidemos el medio ambiente, no arrojes nada al suelo, hay lugares habilitados para arrojar basura y también los pueblos o localidades hay contenedores. Se solidario con los y las compañeras, si alguien necesita ayuda, préstala, ese es el mayor valor y triunfo de Fudenas. Se agradecido al Soria9 y sus integrantes, se desviven por nosotros y es de agradecer.

Respeta a todos y todas, no sabemos las circunstancias que hay detrás de cada participante, cuales son sus motivaciones o razones y nunca te creas superior a nadie, pues ninguno participamos en igualdad de circunstancias.

 

El triunfo está en llegar y todos y todas ganamos al cruzarla, da igual si lo has hecho el 1º o el 436º, todos y todas han ganado su Fudenas. 

 

Tras haber terminado todas las ediciones, haber corrido a un elevado nivel, 40 años en bici y tener ahora casi 60 años, cuando piso el carril bici de Morro Jable, por mi rostro, sigue cayéndose una lágrima. Este año, antes de pasar la meta, miraré a la izquierda, donde hay un poco de mi madre que se fue hace un año. Luego, volveré a mirar al frente, para buscar los ojos de la mujer que me prometió esperarme en todas mis metas.

Meta de Fudenas año 2014.

Nos vemos en Morro Jable, nos vemos en nuestra Meta.

Otros enlaces de Fudenas:
La Historia de Fudenas

El sudor de la arena

FUDENAS. No mueras de éxito

FUDENAS. No mueras de éxito

Han pasado unos días desde la finalización de la prueba ciclista Fudenas. Unos días que nos han ayudado a recuperarnos del esfuerzo y de todos los sentimientos que genera esta prueba de ciclismo. Personalmente ha sido una prueba diferente por una razón íntima y sentimental.Fudenas a su paso por el Risco
Pero dejando de lado estos aspectos, también ha sido una Fudenas que me ha hecho ser algo crítico con la misma. Parto de la base que Fudenas es un trozo de mi vida deportiva y la quiero. Yo era presidente de la Federación de Ciclismo en el momento de la gestación de Fudenas, hasta la edición del 2014, y he participado en todas las ediciones finalizándolas en la modalidad de carrera, desde el 2006 al 2022.
Entremos en materia y cual es la razón de mi crítica.
Tengo un amigo, que una vez terminada la segunda edición de Fudenas, me expresó de manera muy gráfica, lo que significaba la prueba organizada por el destacamento militar de infantería Soria 9, me dijo:
“César, es la única prueba ciclista en la que he participado en la que la Coca-Cola del avituallamiento me la han puesto en vaso de cristal y con hielo.”
En esa segunda edición (2007) yo ejercía como presidente de la Federación Canaria, como he dicho, y llevaba en el cargo desde el año 2002.
El general de división D. Mateo Castañeyra (DEP) se había puesto en contacto conmigo en el año 2004 para poner en marcha una idea que le rondaba la cabeza, atravesar Fuerteventura de Norte a Sur en bicicleta.
Este evento no solo sería una prueba deportiva, también serviría como ejercicio logístico al destacamento de Infantería Soria 9, domiciliado en Puerto del Rosario y así mismo, sería una forma de hermanamiento entre la población de la isla de Fuerteventura y la sociedad militar, la cual no siempre había sido muy bien vista en una isla donde, la Legión y paracaidistas, tuvieron una presencia durante años que dejó una mala imagen.
En el año 2006 se lanzó la primera Fudenas, 51 ciclistas nos decidimos a cruzar la isla por el centro para llegar a Morro Jable desde Corralejo, tras 120 km.
Cuando el General Mateo, originario de Fuerteventura, y yo, hablábamos de la prueba, de los distintos aspectos de la misma, yo le insistía en una sola cuestión:
La seguridad, la seguridad y la seguridad, esta prueba posiblemente será un desafío y creo que también será un éxito, el tiempo lo dirá. Si hay un trofeo más grande o más pequeño o bocadillos de queso o de jamón de jabugo eran aspectos secundarios, pero no se podía cometer un error debido a un accidente o una negligencia o descuido de la organización, pues la prueba quedaría marcada y difícil sería que continuase.
No hubo problema alguno, se tenía todo analizado y cuantificado, se controlaba hasta el tiempo que se tardaría en atender a un posible accidente de un ciclista y contactados los centros sanitarios a los que se le podría desplazar. Se cuantificaba los botellines de agua, los kilos de plátanos o el personal a atender en cada puesto. Incluso en la semana de la celebración de la prueba, había personal militar que se quedaba controlando diferentes zonas de paso ya marcadas, para que no se produjese cualquier variación de la señalizaciones, cosa que sucedió en la primera edición.
Fue un éxito, y continúo siéndolo los años siguientes. El tercer año el General me enseñaba orgulloso las duchas con agua caliente, desplazadas desde Tenerife o el helicóptero venido de Gran Canaria para mejorar la seguridad. Cada año se iba mejorando, masaje en meta, paella, bebidas, duchas en alguno de los puntos de avituallamiento de la prueba, servicio de baño para mujer y hombre en el recorrido, motocicletas en sentido contrario para seguridad de los ciclistas, traducción en varios idiomas en meta para los ciclistas extranjeros. Incluso aún tengo en mi poder las dos revistas alemanas donde se le hacía una entrevista al propio General y se hablaba de Fudenas y lo que significaba.
Cada año se procuraba mejorar el evento, pues cada vez era más el número de participantes y también el grado de exigencia. Algún año me llegó a consultar un Coronel del Regimiento, el cual varía cada dos años, la posibilidad de que asumiese otra entidad la organización de la prueba, a lo que le respondí que era complejo que alguien lo organizase a ese nivel y con esos costes. Aspecto que al finalizar aquella edición se desestimó completamente, al ver el éxito que tuvo. El siguiente año se llegó a los mil participantes.
Pero ese listón que estaba alto y que había que, al menos, mantener o mejorar, ha ido descendiendo, la calidad de la prueba ha mermado en algunos aspectos y los iré desgranando y dando una posible solución.
Estirando, César AcostaAhora no soy nadie en la Federación y menos aún en la organización, también es una opinión muy personal que me ha dado la experiencia y que puede ser errónea totalmente, no quiere decir que ha de ser como yo digo, faltaría más, es simplemente la expresión de experiencias de años y conocimientos.
Comenzamos por partes:
En Fudenas participan unos 3.000 deportistas de ambos sexos entre las dos modalidades, carrera y ruta. Un número considerable para una prueba de montaña, en Canarias.
El protagonista de la prueba es el y la ciclista y es al que se ha de cuidar en grado máximo, sin él o ella no hay razón.
LA SALIDA
Esta se concentra en una zona denominada Panorama Tres Islas, que ha variado de la zona original que era en la Avenida Juan Carlos I junto a la estación de guaguas de Corralejo.
Esta actual zona, aunque es fácil para ubicar al personal de la organización, los medios necesarios y también sencillo para los acompañantes que quieren ver la salida o incluso los vehículos de los participantes, es un lugar algo complejo para el participante. Veamos la razón:
1.- La hora de la salida son las 8:00 para los participantes en la carrera y 9:00 los de ruta, con horario de verano, antiguamente la salida se daba a las 9:00. Por lo que cuando los participantes comienzan a llegar, es de noche cerrada. Es una zona no iluminada que no es posible ver por donde se circula, a no ser que lleves iluminación personal, hay muchas personas caminando, otros ciclistas u obstáculos que pueden generar un accidente. Se debe iluminar esa zona, toda la calle desde la que se va a tomar la salida, sea de una manera o de otra no puede estar oscura totalmente.
2.- La megafonía es inaudible desde 75 metros del arco de salida, por tanto si se ha de dar alguna instrucción, solo la oyen los ciclistas que estén más cerca. En mi caso estaba casi en el giro de la calle de salida, no entendía absolutamente nada. Colocar altavoces en varios puntos más es algo necesario.
3.- La salida en si misma. Al salir, con una subida algo pronunciada desde el mismo momento de dar la señal, genera una situación problemática a los que no se han colocado entre los 200 primeros. Eso, unido a la estrechez del sendero, trae consigo el que se generen retenciones y un efecto dominó desde el primer momento en que un ciclista ponga el pié en tierra o reduzca en exceso la velocidad, por lo que cada vez se vuelve más lenta la salida, hasta tener que detenerse.
Esto no sucedía en la antigua salida de la Avenida Juan Carlos I, toda vez que era muy ancha, llana y había kilómetros por delante para irse acomodando hasta llegar a Majadicho.
4.- Los cajones: Para evitar lo complejo de la salida se podrían habilitar cajones por tiempo estimado o por años de participación o por tiempo en ultima prueba realizada. Aunque sabemos que la picaresca haría aparición, si que podría de alguna manera evitar el bloqueo inicial. Así mismo se ha de tener en cuenta a las bicicletas eléctricas y que tengan su lugar y cajón aparte o incluso horario.
EL RECORRIDO
Cada uno y una que viene a Fudenas, ha de saber que va a encontrarse un recorrido bastante sencillo y con pocas zonas técnicas, la posibilidad de descender de la bicicleta es mínima, en teoría. También ha de saber que son muchas horas sobre la bicicleta y que ha de estar entrenado/a para ello. La tierra y el polvo hacen también su efecto. A partir del kilómetro 110, cualquier repecho es un puerto de primera.
Pero las detenciones debido a bloqueos de ciclistas es un aspecto que rompe al participante, al participante que circula a partir del lugar 100, pues los primeros se entiende que tienen una mejor técnica, no son un número elevado y pueden sortear esas detenciones sin mayor problema.
Algunas son inevitables, paso por túnel o sendero imposible de salvar por otra parte. Pero hay otros pasos que pueden ser evitables. Partimos de la base de la protección del medio ambiente y de no generar un daño, pero sería discutible si el paso de 2.000 ciclistas por un mismo sendero estrecho, no genera un mayor daño que ampliar ese acceso y dar la posibilidad de continuar sobre la bicicleta sin necesidad de desmontar.
En esta edición hubo tres detenciones que obligaban a bajar de la bicicleta y aumento de tiempo, pues llegamos a detenernos completamente, no cuento los pasos de los túneles o zonas de arena.
Ahora vayamos a Costa Calma y la variante de El Risco El Paso. Hasta el año pasado lo hacíamos por la playa de Sotavento, uno de los lugares emblemáticos de Fudenas y que quedaba marcado en nuestro recuerdo. Por razones medioambientales, este año no se permitía. No discuto ese aspecto, el cual no admite discusión alguna, el medio ambiente primero. Pero sí que podría discutir, desconociendo si hubiese sido factible, la solución adoptada. El bajar hasta los Gorriones (hotel) para luego subir hasta el carril bici y volver a bajar por El Risco para incorporarnos al recorrido tradicional, esto generó un esfuerzo mayor que no solo se vio incrementado por la distancia, algo asumible cuando vienes a Fudenas, sino por el tipo de terreno que hacía difícil pedalear y traía consigo que infinidad de deportistas tuvieran que detenerse por calambres o contracturas. El jable hacía que no se pudiese ir sobre la bici, descenso que se realizaba desmontado y con un recorrido nada agradable.
Pregunto, y anticipo mi desconocimiento.
¿No cabría la posibilidad que una vez llegados a Costa Calma y pasado el avituallamiento, se hubiese ido a la derecha, circular paralelo a la antigua carretera que lleva al Barranco de La Barca y tomar el carril bici hasta bajar por el cauce del barranco hasta el antiguo itinerario nuevamente. Aunque no se evitaría el jable, que al final y al cabo es algo intrínseco a Fudenas, pero ese descenso al hotel y volver a subir, creo que no era necesario, aunque insisto en que puedo estar equivocado.
AVITUALLAMIENTOS
Plátanos, orejones, dátiles, naranjas, galletas, ambrosías, frutos secos, barritas y barritas energéticas, cola, agua. Todo esto lo llegó a haber en los avituallamientos, no en todos, pues no es necesario en el kilómetro 11 colocarlo, pero sí en el 70 o 100.
Los dos últimos años ha ido decayendo los avituallamientos, llegando solo a las barritas energéticas, las cuales no todo el mundo asimila de igual manera o plátanos y como bebida solo agua o isotónico.
Este aspecto ha de mejorar y bastante. Hablo en general, personalmente soy de los que llevo mi comida, soy vegetariano y estoy acostumbrado a unos alimentos los cuales no varío en una prueba de este tipo, para evitar cualquier problema estomacal. Pero sí que me hubiese gustado encontrar frutos secos o dátiles, los cuales son muy interesantes para este tipo de eventos.
Los avituallamientos y su escasez, ha sido algo muy llamativo para casi todos/as los/las ciclistas.
LA META
Recuerdan que les hablé al principio del orgullo del General cuando me enseñaba las duchas o los servicios en meta. Pues algo se ha perdido.
Un año se firmó convenio con el Colegio de Fisioterapeutas de Canarias y alumnos en prácticas y profesores daban masaje en la llegada de Fudenas, sin coste para la organización, un masaje es algo muy demandado tras un recorrido de 150 km. y un servicio añadido más a una prueba de este nivel.
Así mismo el avituallamiento que hay en meta fue cambiando con el tiempo, desde las enormes paellas a las ensaladas de pasta y atún actuales. Pero es que ahora hay 3.000 participantes y hay una casuística de la alimentación en la que se ha de pensar. Hay deportistas intolerantes a determinados alimentos, celiacos, vegetarianos o veganos. Y tras 150 km. se necesita recuperar fuerzas lo antes posible, por tanto se ha de tener en cuenta estas variantes.
Las duchas, los aseos de meta, los servicios que son necesarios para atender a todos y todas las ciclistas que llegan, han de estar listos, ya no vamos a bañarnos a la playa como era tradición.
También es típico el charlar con compañeros y compañeras al llegar, en el momento de la comida se solía hacer, por lo que había unas carpas donde te podías sentar y comer tranquilamente y charlar de la prueba y sus momentos.
LA SUCIEDAD
Me llamó mucho la atención. Hemos sido nosotros los que hemos arrojado basura donde no se podía hacer, los que no hemos metido en nuestro bolsillo el envoltorio de la barrita energética o el que no ha tirado la botella en el lugar habilitado para hacerlo. Mientras que otros años sí he observado que muy poco se arrojaba en otros lugares que no fuesen los indicados, este año me ha llamado poderosamente la atención. Y esas personas que no tienen esa preocupación por la limpieza y poco les importa más que su comodidad y egoísmo, pueden ser las culpables también de que Fudenas tome otros derroteros o sea mucho más estricta con determinadas acciones.
Fuerteventura es una isla única, con un medio ambiente muy sensible, la cual hay que cuidar y proteger para seguir disfrutando de ella de forma natural. Por eso, la próxima vez, guarda tú basura en el maillot o culotte y no arrojes nada, absolutamente nada, a esta isla que hemos de proteger.
LA PARTE HUMANA
No todo es negativo, faltaría más viniendo de mí. Qué decir de los y las militares, solo GRACIAS, miles de gracias. Gracias a los cientos de militares, mujeres y hombres que te animaban a tu paso, que se desvivían por ayudarte a rellenar la botella de agua de tu bici o a darte el agua sin que te bajases de la bicicleta. Su profesionalidad, humanidad y colaboración está más allá de sus posibles obligaciones. Es un aspecto que caracteriza a Fudenas, su personal. Y siempre estaré agradecido al esfuerzo que también para ellos y ellas supone el atendernos.
Y como anécdota, recuerdo la de la primera edición, cuando pasaba por la playa de Sotavento y llegaba a El Risco con marea alta. Circulaba solo, en el puesto 11, de los 38 que llegaríamos a meta. Un soldado, a unos 100 metros, hacía sonar su silbato indicándome la dirección que tenía que tomar para continuar, lo hacía continuamente y yo caminaba sobre la arena, cuando me acerqué a él, le dije: “Muchas gracias, ya puede dejar de tocar el silbato, ya sé para donde he de ir, gracias.” Eso es Fudenas, organización extrema.
Qué decir de la población majorera, se vuelcan con los y las participantes, gritos de ánimo, música, bebida, ayuda, esperan al paso de cada uno y una para que su grito nos empuje a la meta, gracias.
MI OPINIÓN FINAL
Quiero mucho a Fudenas, la amo. Este año he dejado un poco de mi madre, recién fallecida, en ella y la relación de mi pareja y yo, está unida también a Fudenas.
Cada año me cuesta prepararme mínimamente para participar y acabar, yo ya corrí a cierto nivel hasta los 32 años y gané lo que pude ganar y perdí mucho más. Ya no son los 42 años de la primera edición, este año han sido 58.
Quiero que continúe y que la descubran más y más personas que llegan a ella con miedo, con temor, con ilusión, con deseos, con promesas, con decisión, con respeto y salgan reforzados, con su autoestima alta, sabiendo que lo han hecho, que han ganado su Fudenas.
Y por eso me duele que la critiquen, en ocasiones con razón, en otras no con tanta y la defiendo. Y me duele incluso que yo haya escrito este artículo. Pero como la madre que educa a su hijo, éste a veces, necesita una reprimenda por algo mal hecho, explicándole la razón de ello y cómo hacerlo correctamente. Lo o la educa como ella considera que es la mejor manera para que su vida sea la mejor posible, pero siempre desde el respeto a un ser que tiene personalidad propia.
Incluso podemos entrar a debatir la parte económica y los coste de la organización. Si es necesario que el importe de la inscripción sea otro si se pretende mejorar ciertos aspectos. Entiendo que Soria9 no es una empresa mercantilista y que tampoco domina los aspectos de imagen social que tal vez una empresa organizadora de eventos domina mejor, pero no por ello ha de ser una disculpa para errores que pueda cometer. Y lo hablo desde el conocimiento de haber sido durante cuatro años organizador de pruebas ciclistas.
La página web es otro tema a tocar (www.fudenas.com), en ocasiones es complejo encontrar información, es poco práctica y no se actualiza. Un ejemplo, aún están las imágenes de los ganadores del 2021, y con la misma errata en la cabecera, en su portada o no hay un menú de resultados. El éxito de una web es su inmediatez e información.
Cuando compras una casa, tienes ilusión en los muebles, el color de las paredes o el electrodoméstico que comprarás para que tu casa sea más cómoda y agradable de vivir. Pasado un tiempo comienzas a colocar cuadros, figuras y objetos personales. Así haces de tu casa, tu lugar favorito.
Fudenas está en ese momento, ha de saber colocar los cuadros necesarios, las figuritas y los objetos personales para que esta casa, mi casa, sea un lugar acogedor al que quiero ir, al que queremos ir. Cuidémosla entre todos y todas para que nos dure muchos años y llegue un día en que nos podamos reunir y contar las batallas ganadas sobre la arena de nuestra Fudenas.
Gracias Fudenas, mi Fudenas, nuestra Fudenas.
El ciclista tecnológico

El ciclista tecnológico

DEL PULSÓMETRO AL POTENCIÓMETRO

Soy de la generación de ciclistas que tenía el pulsómetro como lo máximo en tecnología para los entrenamientos. El entrenador nos indicaba en qué nivel de pulso teníamos que entrenar según el día de la semana, el momento de la temporada y las pruebas competitivas que teníamos, para llegar en forma. Medir el pulso y el peso cada mañana estaba grabado en el ADN y no te lo saltabas ni una vez. Los lunes de descanso eran casi sagrados y, junto con los masajes, eran lo más agradable tras una semana de entrenamientos.

Hoy ese sistema está obsoleto. El dicho  “a principios de temporada volumen y plato chico” ya no funciona. En la actualidad los entrenamientos los marca el potenciómetro de la mano del pulso. 

Aunque pudiera parecer lo contrario,  las maravillas que nos ofrece la tecnología en materia de entrenamientos no son tan nuevas. Los SRM, que era como se denominaban los potenciómetros originales que el director o entrenador instalaban a alguno de los integrantes del equipo para hacer test, no  se usaban continuamente. Hicieron su aparición en los 90 y abrieron un nuevo mundo en el  entrenamiento: revolucionaron el ciclismo.

Greg LemondGreg Lemond, ciclista norteamericano ganador de 3 Tours de Francia y 2 campeonatos del mundo en la década de los 80, fue un aventajado alumno de la tecnología aplicada al ciclismo. Los manillares de contrarreloj, los amortiguadores, el sillín con respaldo e incluso el potenciómetro, fueron algunos de los “avances” que él  aplicó al ciclismo en esos años.

Cada vez es más común ver a aficionados ciclistas con dispositivos tecnológicos, como el potenciómetro, pero lo cierto es que conocer todos los datos que  nos ofrecen estas herramientas, comprender qué significan y cómo nos sirven  en los entrenamientos no es tan simple.

Esta pequeña herramienta que cualquier ciclista puede tener en su manillar genera una enorme cantidad de información que puede ser volcada a un ordenador. No solo sobre los aspectos físicos del propio corredor, sino también de la propia prueba ciclista. Una carrera, un entrenamiento o una simple salida en grupo, la distancia que queda, dirección, velocidades media, mapa del lugar y por dónde circulamos, competición contra ciclista virtual, meteorología e incluso si nos llaman por teléfono, nuestro ordenador nos avisará.

Existen detractores de esta «invasión» tecnológica que hacen del ciclista un atleta controlado. Incluso a distancia, desde el coche, su director deportivo será quien dirá si ha de apretar, controlar el esfuerzo, lanzar un ataque o verá que el día va a ser muy duro de superar. Otros prefieren las genialidades del Chava Jiménez o de un Pantani o el hambre de un Eddy Merck por ganar o,  como sentenciaba Pedro Delgado:

“Sí, pero también está la fe.»

Lo cierto es que no podemos ir  contra los tiempos y aunque a veces sintamos el deseo de “apagarnos” la tecnología está en cada rincón de nuestras vidas , ayudándonos, en la mayoría de los casos, a tener una vida algo más cómoda.

froome - quintana

Nairo Quintana vs Chris Froome

Algunos recordarán a Chris Froome subiendo el Aubisque y cómo respondía a los ataques de Nairo Quintana, con unas revoluciones de pedal exageradas y sin salir a una elevada velocidad a intentar seguirlo. 

Revoluciones altas que puso de moda Lance Armstrong en sus polémicos tours. Mientras Nairo podra ir a 75-80 pedaladas por minuto, Froome pasaba de las 100. Les separan 20 cm. de altura.

En mi época de competición tenía un compañero de equipo que, mientras yo subía el puerto de Las Palomas en Cádiz con un 42 x 23, él lo hacía con un 40 x 26, con porcentaje medio del 6% (puerto de 1ª) y muy revolucionado de piernas. Algo asombroso para mí que no era capaz de seguirle. Él era de cuerpo ligero y no superaba el 1,75m y los 62 kg. mientras yo estaba en 1,88m y 73 kg. Con nuestras diferencias de constitución yo no podía seguirle subiendo, mientras que en el llano o la bajada  era él quien lo pasaba mal.

Hoy tener un plato y corona de 36×28 es algo común pero cuando no teníamos tantas opciones para escoger, aprendías a medir los esfuerzos y a conocer tus características físicas a base de experiencia, en las propias carreras. Así aprendí a conocerme y supe que yo era un corredor de ritmo  al que no se le daban bien los acelerones que otros sí podían dar.

 EL POTENCIÓMETRO EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA

En los 90 los únicos datos que manejábamos sobre nuestro cuerpo en los entrenamientos eran a través del cuentakilómetros y pulsómetro. Hoy en día tenemos una cantidad enorme de información al alcance de un clic: 

¿Es imprescindible entonces el potenciómetro para el ciclista? 

No cabe duda que contar con toda esa información es muy interesante pero no olvidemos que, como dijo Purito Rodríguez :

“Si las patas no van, los números no funcionan.”

Es decir que estas herramientas no suplen el entrenamiento ni la capacidad del deportista así que lo primero es preguntarse si nos merece la pena la inversión y si lo necesitamos para nuestra actividad ciclista. Los precios pueden ir de los 300€ a los 1000€ según marca y modelo.

Si te planteas el ciclismo como algo más que salir los domingos con los amigos y amigas a disfrutar el día, sin duda te resultará útil la inversión en el potenciómetro, sobre todo si dedicas un tiempo a entender cómo funciona para sacarle todo el rendimiento posible.

PULSÓMETRO

El pulsómetro mide los latidos de nuestro corazón. Hace una medición continua y nos puede dar el pulso medio (los datos por minuto), el pulso actual (en el instante) y/o las pulsaciones máximas a las que hemos llegado en un determinado ejercicio. 

Esto nos sirve (a nosotros o al entrenador) a establecer una tabla de entrenamientos dependiendo de qué es lo que deseamos conseguir en nuestro deporte. 

Un claro ejemplo es el test de esfuerzo cardíaco y de recuperación que nos ayuda a saber cómo conseguir que rindamos más en las pruebas competitivas. 

El problema es que el dato de máxima capacidad no siempre es fiable, pues depende de factores muy subjetivos. Si hemos dormido mal, tenemos problemas personales, estrés, hemos tomado café o comido a una hora determinada… todo eso puede afectar a nuestros latidos por minuto y al nivel de esfuerzo al que somos capaces de llegar. Incluso hay que tener en cuenta los momentos de sobre entrenamiento. 

Indurain en La Plagne

Les pongo un ejemplo personal: en mi época de máximo rendimiento pesaba 73 kg. con 188 cm,  194 de pulso máximo y 43 de mínimo. Con estos datos mi entrenador me realizaba las tablas de preparación y posteriormente, a mitad de temporada, me hacía otro test para ver cómo me encontraba de forma para afrontar los momentos más importantes. Tenía mala recuperación, cuando llegaba al máximo, tardaba más de 10’ en descender a menos de 100 ppm, pero sin embargo tenía una gran capacidad pulmonar. Era lógico que por mis características no iba a atacar en cuestas saltando como un poseso ya que no aguantaría. Lo único que podría hacer era aumentar ritmo de forma paulatina y mantenerme así (les aconsejo que vean la escalada de Miguel Indurain en el Tour de 1995 a La Plagne) e intentar que el atacante bajase el ritmo del ataque de salida.

POTENCIÓMETRO

El potenciómetro es una herramienta para conocer nuestro cuerpo y nuestra capacidad. Mide en Vatios la fuerza que aplicamos sobre los pedales. 

Puede parecer complicado hablar de números, datos, siglas y física pero si dispones de este aparato, con unas nociones básicas, y sabiendo cómo utilizar los datos, podrás mejorar tu práctica deportiva.

Mi recomendación es que, si quieres ir más allá y aprovechar al máximo el potencial de esta herramienta, contrates un entrenador cualificado que te haga los test necesarios para realizar esfuerzos de nivel sin ningún riesgo.

¿De qué nos puede servir saber la fuerza que hemos de aplicar (vatios) a los pedales ? 

Para saber que no vamos a morir (en teoría) en el esfuerzo y que podremos terminar al mismo ritmo desde el inicio al final de la prueba. 

¿Se fijan como los/las atletas maratonianos marcan un ritmo continuo y prácticamente no se mueven de ese tiempo por kilómetro? Hablan de tiempo por kilómetro (2’52” en 42 km récord mundial) y se entrenan para mantener de principio a fin ese ritmo. 

Lo que agota al cuerpo antes son las variaciones,  por tal razón el ciclismo es un deporte tan duro, agobiante y agotador. No rodamos los 60 minutos a 52 km/h continuamente y esos cambios de ritmo constantes agotan al ciclista. Los entrenamientos son precisamente para soportar ese desgaste, pero es vital saber dosificar las fuerzas en las subidas  para aguantar hasta la cima o para poder esprintar  al llegar a la meta. Es aquí donde el potenciómetro nos sirve de ayuda, para conocer la fuerza que hemos de aplicar a los pedales y no agotarnos antes de tiempo.

DATOS QUE NOS OFRECE EL POTENCIÓMETRO

  • -Revoluciones por minuto
  • -% de intensidad en el esfuerzo
  • -% de la potencia máxima o ponderada
  • -Nivel de FTP
  • -Pulsaciones por minuto
  • -Presión sobre el pedal
  • -Nivel de esa presión
  • -Indicador de tiempo según potencia y esfuerzo

El FTP

El FTP (Functional Threshold Power) es la máxima potencia que eres capaz de desarrollar durante una hora, sin fatigarte.

Hace años este umbral se medía con un test de esfuerzo en una carretera con pendiente larga, midiendo las pulsaciones con el pulsómetro. El médico y el entrenador te iban guiando hasta llegar al límite. Hoy el Test de FTP  se realiza con rodillos inteligentes en interior aunque también se puede realizar en exterior con bicicleta y potenciómetro.

Este test mide los vatios que tus piernas son capaces de aplicar sobre los pedales y es mucho más fiable que el test del pulso.

Hay varios tipos de test pero el más extendido es el de los 20 minutos. Se realiza durante ese tiempo con un calentamiento de, al menos, otros 20 minutos, tras los cuales se va aumentando el esfuerzo hasta llegar al máximo a los 20 minutos de comenzar. 

Personalmente aconsejo realizarlo con rodillo inteligente pues al realizarlo en un lugar estable sin desniveles, automóviles, climatología etc, los datos serán más fiables. También es posible realizarlo en el exterior siempre que busquemos una zona totalmente libre, sin obstáculos y, si es posible, con una pequeña inclinación (2% al 3%). Durante esos 20 minutos y de minuto en minuto, tendrás que ir aumentado 20 vatios la potencia que aplicas a los pedales, comenzando en 100 vatios y llegando hasta  tu tope.  Al principio será sencillo pero todo irá a peor. Es interesante que alguien lleve el control del pulso en cada salto de potencia que se realice, aunque posiblemente con el propio ordenador de la bicicleta se pueda obtener.

El resultado de nuestro FTP, Umbral de Potencia Funcional, se multiplica por una constante correctora 0,95.

Con los  datos obtenidos  se crearán 7 zonas de entrenamiento que serán aplicadas en nuestros entrenamientos.

El entrenador indicará en qué zonas has de entrenar, de las siete indicadas, según  momento de la temporada, estado físico y otros factores. 

Todo no es entrenar a máximo nivel. El cuerpo ha de asimilar los entrenamientos y hay que tener en cuenta los factores personales y físicos para adaptar y personalizar el entrenamiento.

Existen herramientas que ayudan a los entrenadores o deportistas a obtener unos entrenamientos más específicos y con una metodología correcta. La propia aplicación tan extendida entre ciclistas y corredores, Strava, tiene algunas herramientas de ayuda.  Existen otras algo más completas que se alimentan de los datos de Strava: Intervals.icu, Elevate.app (Extensión Google Chrome) , Velo Hero (https://www.velohero.com/), Golden Cheetah (https://www.goldencheetah.org/), Garmin Connect o de pago como  Trainningpeaks (https://www.trainingpeaks.com/). 

Golden Cheetah

Golden Cheetah

Importante tener en cuenta que todos los datos que nos dan hay que saberlos interpretar para no cometer errores que lamentemos.

Los datos de vatios no son comparables entre ciclistas una vez hecho el test. Ese número se ha de extrapolar a vatios por kilo de peso para saber si un ciclista se está esforzando más o menos que otro. 

Un ciclista que pesa 80 kg y es capaz de generar 300 vatios de FTP no obtiene los mismos resultados que otro que pesa 60 kg y genera 285 w/kg. Mientras el primero genera 3,75 vatios por kilo de peso, el segundo genera 4,75 w/kg y por tanto sería superior este segundo, sobre todo si escalamos.

Para hacerte una idea te daré unos datos que puedan ayudarte a comprender esa información referida a un teórico ciclista de 80 kg. de peso y un ejercicio mantenido durante una hora:

 

  • Ciclista recreativo: 1,8 w/kg – 144 vatios
  • Ciclista regular: 3 w/kg – 240 vatios
  • Ciclista competitivo: 3,7 w/kg 300 vatios
  • Ciclista profesional: >4,5 w/kg 360 vatios
  • Ciclista máximo nivel: >5,5 w/kg 440 vatios

Si hablamos de ciclistas de máximo nivel y que destaque, éste ha de rondar los 6,5 w/kg.

Hay ciclistas capaces de mover 7 w/kg y, aún más sorprendente, hacerlo durante  mucho tiempo, pesando menos de 80 kgs.

Miguel Indurain fue el primer ciclista que superó los 500 vatios sostenidos en un hora pesando  77 kg. 6,4 w/kg

 

TSS – CTL – ATL – TSB – RR

TSS: Trainning Stress Score.

La cuantificación de una sesión de entrenamiento.

Modelos definidos por dos médicos en el 2010 (Allen y Coggan) y originario de un anterior modelo creado por Banister. Intervienen otras variables como  la Potencia Normalizada, el Factor de Intensidad y el Umbral de Potencia Funcional. Para conocer este dato se utilizan aplicaciones que nos arrojan estos resultados y que ya hemos nombrado con anterioridad.

CTL: Es el nivel de carga que ha acumulado el ciclista durante los últimos 42 días, también conocido en algunos sistemas como el Fitness. Este dato va muy unido al TSS, si el nivel de TSS es alto, también irá aumentando el CTL e indica el estado de forma.

ATL: Consiste en el nivel de fatiga generado en los últimos siete días, dato que deriva del TSS. Mayor TSS trae consigo el aumento del ATL.

TSB: Parámetro que indica el nivel de frescura del ciclista. Se obtiene de restar al CTL la cifra de la fatiga o ATL. Cuanto mayor sea el TSB, más descansado estará el deportista, (atención a la falta de entreno).

RR: Velocidad de Rampa. Velocidad a la que la Carga Crónica CTL se incrementa en un determinado periodo. Valores elevados son un riesgo a lesiones.

Estos son los datos esenciales para comprender los resultados que arrojan los potenciómetros y que nos pueden ayudar en los entrenamientos. 

Insisto en la necesidad de utilizarlos con conocimiento y de forma profesional para obtener el resultado esperado y no el opuesto.

Este artículo es una corta explicación de todas las posibilidades que existen con las herramientas que hemos analizado, pulsómetro y potenciómetro y que, sabiéndolas utilizar, ayuda a la mejora deportiva y al control del deportista. Pero es importante el asesoramiento  profesional para su correcta aplicación.

Si deseas ampliar información pulsa AQUÍ

Fudenas, comienza la historia

Fudenas, comienza la historia

Fudenas es una prueba de ciclismo de montaña que atraviesa la isla canaria de Fuerteventura de Norte a Sur, de ahí el acrónimo de su nombre. La organiza el regimiento de infantería Soria 9, una de las unidades de la Brigada «Canarias» XVI, que a su vez pertenece al Mando de Canarias, MCANA. El origen del Regimiento se remonta a 1509 con la fuerza expedicionaria mandada al Reino de Nápoles por Fernando el Católico, para repeler los ataques franceses, bajo la denominación de Tercio de Zamudio en honor a su primer oficial al mando, Pedro de Zamudio.

En el año 2006 y de la mano de su General de División el Sr. Mateo Castanyera, organizó la primera edición de esta prueba deportiva. En aquella edición participaron 51 ciclistas de los cuales terminaron 38. En la edición de este 2021 se han inscrito 3.000.

Esta es una pequeña historia de como se cimentó Fudenas desde mi punto de vista, quien en esos momentos era el presidente de la Federación Canaria de Ciclismo. La acompañé hasta la edición del 2014 ejerciendo ese cargo, posteriormente he seguido participando en ella, finalizando todas las ediciones en la modalidad de carrera.

 

El coche eléctrico

El coche eléctrico

 En los últimos años se está produciendo un cambio en la movilidad. La contaminación de las ciudades, está generando una mayor conciencia ecológica y un deseo de aportar soluciones a un creciente problema. Ese giro, por decirlo de alguna manera, ecológico en las personas, lo ha sabido ver la industria del automóvil, la cual se ha puesto a trabajar intentando dar la respuesta que haga que su negocio siga creciendo, comprobando como el actual modelo está cada vez más criticado y anticuado.
Hay empresas automovilísticas que se han introducido en el sistema de pagar por usar, en el sistema de motocicletas eléctricas o incluso venden bicicletas eléctricas conociendo que el cliente está cambiando, renovarse o morir.

¿Es realmente el coche eléctrico la solución a la movilidad?

Vamos a responder esta cuestión desde diferentes perspectivas. Primero hemos de plantearnos y conocer, cuál es el problema que queremos solucionar y luego veremos si puede o no, ser la solución que buscamos.

En las ciudades vemos que son tres los principales problemas derivados de la movilidad:

1.- La contaminación. Tanto del aire, como del ruido generada por el actual modelo de coche privado.

2.- El espacio y la movilidad, desplazarse del punto A al B y ¿cómo lo hacemos? El coche ocupa un elevado espacio para mover a muy pocas personas.

3.- El gasto económico del mantenimiento del sistema actual: Infraestructuras, accidentabilidad, personal, gestión, sanitario, seguros, etc.

Con el coche eléctrico podríamos solucionar el primer punto, la contaminación, en parte. Pues siendo cierto que el automóvil eléctrico no emite humos o gases contaminantes en sus desplazamientos, no es menos cierto que la electricidad necesaria para ese desplazamiento se ha de crear y generar en algún lugar, ser transportada e instalada en el usuario final. Por tanto estamos trasladando el problema de lugar. A no ser que irrumpiera con fuerza las energías renovables. Pero tal inversión sería tan enorme que ahora mismo no sería factible a corto plazo. Actualmente ronda el 50% la producción eléctrica proveniente de energías renovables (consultar estadísticas aquí). 

El ruido lo reduciremos drásticamente, es cierto, pues el motor eléctrico es ante todo silencioso. Siendo este aspecto esencial para la mejora del estado de las ciudades y sus habitantes. Recordemos que España es de los países más ruidosos del mundo y el tráfico tiene una gran responsabilidad (datos estadísticos) .

Pero el segundo punto, el espacio y la movilidad, no lo solucionaremos. Los automóviles eléctricos, como estamos viendo, son exactamente iguales a los de combustible fósil. El aspecto físico, por lo que al espacio que ocupan en sus desplazamientos y cuando están detenidos, son iguales. Por lo que simplemente seguiríamos teniendo atascos pero, silenciosos.

Y el tercer punto tampoco lo eliminamos, pues tendría que seguir existiendo todo un sistema de mantenimiento de calles, asfaltado, señalización y sanitario para mantener al coche eléctrico. Aunque en esto último, podríamos eliminar una parte del gasto sanitario, gracias a la no contaminación, sí que continuaría los gastos derivados de la siniestralidad que causan los automóviles.

La industria del automóvil está inmersa en un lavado de imagen. Después del escándalo del “trucaje” en los motores para no decir toda la verdad en la contaminación que generaban sus automóviles, se ha volcado en la «revolución eléctrica” vistiéndose de verde.

La razón no es que se haya vuelto responsable y ecológica, que puede que haya alguna. La razón es meramente económica y de supervivencia. Incluso algunas han puesto en sus catálogos hasta bicicletas eléctricas. La misma bicicleta que hace muy poco era denostada y el demonio, ahora es aliada en pos de vender y lavado de cara. Lo que hace unos años no era viable, ahora es factible, hay que vender y ahora lo vestimos de color verde ecológico en pos de la búsqueda del cliente interesado en sentirse menos culpable.

Pero un coche es un coche, lo pintamos del color que queramos, el problema del automóvil, sobre todo en las ciudades, es el espacio, la siniestralidad que genera y los problemas sanitarios que trae consigo además de los gastos de reciclaje y almacenaje.

Que los atascos ahora sean silenciosos y sin humos, no solventa el problema de raíz.

Cada coche es ocupado de media por 1,2 personas. Una máquina construida para trasladar a 5 personas, al final lo hace con una. Una máquina de 1.000 kg. de masa para mover a una sola persona de media. ¿Pondría usted a funcionar la lavadora para lavar una camisa? Y no una vez, sino cada vez que volviese de la calle y tuviese que cambiar su vestimenta.

¿Y el problema del espacio? En las ciudades casi el 80% del espacio PÚBLICO, es ocupado por aspectos relacionados con el automóvil, ya sean aparcamientos o vías de circulación. Hace años comenzamos  a ver como desaparecían plazas o parques para construir aparcamientos, incluso edificios para dejar nuestro automóvil. Donde colocar los miles de automóviles que comenzaban a ser un problema en la ciudad. Aceras que desaparecen para dar espacio al automóvil, personas que las apretamos a los laterales de las calles en favor de facilitar la movilidad… de los automóviles. Las mismas calles que años atrás eran el lugar de socializar, vender y comprar, negocios o contactos, ahora son entregadas al automóvil sucumbiendo a la presión del más que grita.

Las calles se han vuelto antisociales, donde las personas con movilidad reducida o mayores, les es imposible caminar y las obligan a enclaustrarse en sus domicilios o introducirlas en asilos. Calles donde los niños no pueden jugar y desarrollar las aptitudes sociales acorde a su crecimiento y terminan postrados delante de pantallas durante horas. Según datos de TNS Demoscopia, los jóvenes españoles pasan una medida de 4 horas delante de pantallas y el 33% de los niños y niñas llegan a las 3.

El espacio es usurpado por el automóvil de forma gratuita e incluso llegando su propietario a  pretender que la administración le solucione el problema de su aparcamiento (delante de casa si puede ser) y protesta si ha de pagar por hacer uso de ese espacio público, llegando a denunciar las zonas controladas de aparcamiento. Esgrimen el pago del impuesto de circulación de su automóvil como justificante a ese uso gratuito, como si fuese una patente de corso para poder hacer lo que considere, mezclando conceptos para su interés.

El coste del mantenimiento de las carreteras en España es de más de 1.400 millones de euros, importe que representa cerca del 1% del PIB del país. El dueño de un automóvil considera que la administración ha de facilitar el aparcamiento. Por esta regla de tres, la lavadora que utilicé para lavar una camisa, ahora la deposito en la calle. Al igual que el coche, es un bien privado «abandonado» en un lugar público ¿existe alguna diferencia? Sí, el coche lo tenemos aceptado socialmente y asumido, la lavadora no.

Y desde el punto de vista meramente de economía personal, el coche es despilfarrar dinero. Un coche está el 92% del tiempo, parado. Y su coste de mantenimiento supone unos 2.500€ año de media. Al final de su vida (12 años de vida tienen los coches en España de media), nos habremos gastado en él la nada desdeñable cifra de 42.000€. Teniendo en cuenta que el mismo automóvil nos costó de media, 17 mil euros, habremos pagado más de un 250% de su valor original. Como vemos, la posesión de un automóvil es una inversión económica desastrosa. Una inversión errónea para tener la teórica independencia de la movilidad, en la puerta de cada casa.

El futuro no se mueve en la posesión del automóvil, se mueve en el uso, alquiler, compartir o usar medios de transporte mucho más óptimos económica, social y ecológicamente hablando: bicicletas, patinetes, autobuses de plataforma única, etc.

Y si entramos a debatir los daños sociales y sus costes a las arcas, ya sería la puntilla para este sistema de movilidad trasnochado. Según la DGT, en un estudio encargado a la universidad de Murcia, un fallecido a causa de un accidente de tráfico, tiene de coste económico 1,4 millones de euros a toda la sociedad (ver noticia).

El coche es el problema, no lo son los autobuses, los carriles bici, los vehículos de movilidad personal, patinetes o peatones, el problema es el coche y el uso que se hace de él.

El coche eléctrico trae de la mano otro problema, la batería. Éstas no son ilimitadas en el uso, tenemos el ejemplo de los móviles, como cada vez su autonomía se va reduciendo. Y por tanto se ha de eliminar correctamente o reciclar. Aparte de la producción de dicha batería y los materiales que utiliza. Se calcula que solo el 5% de las baterías se reciclan. Y el material principal y actual de las baterías es el cobalto, cuyo mineral está localizado principalmente en la República Democrática del Congo, en cuyas minas trabajan niños en condiciones lamentables.

Pensemos ahora que el coche eléctrico sea la solución a nuestros males, nada más lejos de la realidad, pero hagamos un acto de imaginación. ¿Qué sucede cuando los ponemos a cargar sus baterías?

En España hay aproximadamente 30 millones de coches en circulación. Si tenemos en cuenta que durante la noche se tienen que cargar todos para tener la batería llena al día siguiente y lo hacen de forma lenta (es decir, a 3 KW aproximadamente), necesitamos una capacidad de generación eléctrica nocturna de 90.000 MW. Actualmente España consume de  media nocturna, unos 20 mil MW.

Hablemos ahora de impuestos. Las cargas fiscales a los hidrocarburos representan unos 11.000 millones de euros al año y a ese importe se le ha de sumar el IVA. Por tanto, esos dineros que dejase de ingresar el estado, lo ha de buscar en otros conceptos. Un impuesto a la electricidad podría ser, pero eso sería injusto, como sucede ahora con el mantenimiento de carreteras. El impuesto le afectaría  toda familia, tenga o no coche eléctrico. Y si solucionamos esos problemas, eliminarías otro aspecto que ahora representan los que no usan el automóvil por costes económicos personales. Todo lo que sea facilitar el uso del automóvil privado es una vuelta más de tuerca para acrecentar el problema de la movilidad.

El coche tiene su sitio, no estamos contra su correcto uso y en determinadas circunstancia, pero no podemos supeditar toda la movilidad, y más la ciudadana, a un artilugio que hemos comprobado con el paso de los años que lo que ha traído son problemas.

El futuro no pasa por la tenencia y posesión del automóvil, tenerlo parado delante de casa, ocupando un espacio que cada vez es más caro para usarlo 1 hora al día. El futuro del automóvil es el uso cuando es necesario, pagar por usar. Un sistema que no es necesaria la posesión, dando un mayor protagonismo a otros medios de movilidad mucho más efectivos, ecológicos y lógicos. Liberando espacio en las ciudades para el beneficio de sus habitantes y reduciendo costes a las familias, por lo que se podría abrir el abanico a la mejora de la economía local.

Se ha de hacer una apuesta política y social clara, decidida y profesional hacia ese cambio de rumbo. La administración no puede seguir queriendo obviar el tema en pos de evitar enfrentamiento social y pérdida de votos, intentando contentar a todas las partes. El equilibrio no es poner al mismo nivel a todos los medios de movilidad, eso es un grave error. Se ha de beneficiar a los medios más benignos y positivos para la sociedad, transporte público, caminar, bicicletas, vehículos de movilidad personal. Si no lo hacemos ya, el problema se hará tan grande que sí o si habrá que enfrentarse a él y solucionarlo, queramos o no.

La oportunidad para la ciudad

La oportunidad para la ciudad

“Todos nos enfrentamos a una serie de grandes oportunidades brillantemente disfrazadas de situaciones imposibles.”

Charles R. Swindoll.

Article traduït a l’català, prémer aquí.

Traducción al catalán de este artículo, pulsar aquí.

Gracias Ona Mediterrania 88.8FM (de Mallorca)

Suena el despertador, son las siete. Desayuno, aseo y prepararme para ir al trabajo. 7 km. de desplazamiento, empiezo a las 8,00h, hoy tengo  reunión con los comerciales.

Subo al coche y junto con miles de automóviles más, me pongo en camino. Miro a mi alrededor, todos los coches, con una sola persona, como yo. Camino a mi trabajo las paradas son continuas: arranco, paro, primera, segunda, otra vez paro, se me cruza un coche, le toco la bocina, sigo, otro que no respeta el ceda el paso, sigo. ¡Qué nervios!  Ahora aparcar. Esto está cada vez peor, espero que lo arreglen y creen más plazas de aparcamiento. Son las 8.15,  ya llego tarde. Nada, al final garaje privado, 12€ que me costará más el agobio que ya llevo. ¡Vaya comienzo de jornada! Y  aún me queda el atasco de la vuelta… que hoy es viernes.

Esto que acabo de resumir es el día a día de millones de personas. Analicemos , por  ejemplo, los datos de Madrid.

Según su EMT (Empresa Municipal del Transporte) los desplazamientos en coche ya superan los 2,5 millones diarios, con una ocupación media de 1,35 personas por vehículo motorizado. Cada vez es más frecuente la activación de alarma por contaminación, principalmente por dióxido de nitrógeno (NO2) y  exigir la reducción de velocidad.
En el centro histórico  de la ciudad (de los bulevares a Atocha) es donde más lento se circula. La velocidad media supera mínimamente los 9 km/hora en esa zona,. Entre las vías con peor tráfico destaca Fuencarral, en cuyo tramo, más cercano a la Gran Vía, los coches transitan a 3,35 km/h. Más lento incluso que caminando.

La velocidad media general de esta ciudad, no llega a 24 km/h. contando las vías de circunvalación M-30-40.

“Pero yo no soy parte del problema” pensamos todos.  El argumento de “el problema se soluciona creando más plazas de aparcamiento” es el que enseguida aparece evidenciando el desconocimiento de la problemática real. A más aparcamientos, más personas atraídas por la idea de disponer de un lugar para dejar su coche en destino, más personas usando el vehículo privado porque asumen que ganarán tiempo, o sea, más atascos, más retrasos, más contaminación… y menos espacio que demandará más aparcamientos…. un circulo vicioso que no acaba.

CÓMO NOS DESPLAZAMOS AL TRABAJO

Según una encuesta realizada a nivel europeo por PageGroup a 12.000 personas, descubrimos que el 66% lo hace en automóvil privado.

El 34% de los trabajadores encuentran menos estresante ir en su propio medio que en transporte público.

Italia y Turquía encuentran muy estresante ir en transporte privado, con un 49% y 46% respectivamente.

Holanda es el país que opina que ir en transporte privado es menos estresante (19%). A destacar que más del 20% de los holandeses va en bicicleta, ya que asegura que los empleados están activos, llegan a trabajar menos estresados y son más propensos a ser más productivos en el trabajo.

El 44% de los europeos llegan tarde al trabajo.

Vivimos en ciudades que han ido atrincherando a las personas en espacios cada vez más reducidos. Nuestras ciudades se han alejado de lo natural,  lo normal,  lo sencillo, de la forma lógica de utilizar el espacio para convivir.
Esto ha ido pasando de tal forma que no nos demos cuenta, sutilmente, sin que notáramos el abuso de una parte sobre las demás.  Incluso siendo conscientes, la mayoría no hace nada para cambiarlo o detenerlo. A veces por dejadez, por comodidad, por egoísmo, por interés propio… Por lo que sea, el caso es que las personas hemos perdido el protagonismo  en las ciudades.
Las ciudades ya no son lugar de encuentro, de relaciones, de actividades sociales, de negocios, de vida. Pensando en las nuevas generaciones,  la ciudad no genera aprendizaje para  futuros ciudadanos y ciudadanas, no hay lugar para el juego, para el esparcimiento. Demasiados niños y niñas sin un espacio público suficiente para jugar en kilómetros a la redonda.
Para  los mayores  la ciudad es un lugar inhóspito y peligroso. Muchos no salen a la calle por encontrarla insegura, sin espacios donde pasear a su ritmo, pararse y descansar.

Este es uno de los motivos por los que la población comenzó a desplazar su residencia al extrarradio, a áreas metropolitanas donde pudiesen vivir más tranquilos y relajados.  Pero estas personas siguen teniendo mayoritariamente su trabajo en las ciudades lo que trajo consigo la necesidad de buscar soluciones a los desplazamientos pendulares: casa-trabajo-casa. Desplazamientos mayoritariamente hechos en coche particular. Ahora la distancia al trabajo se mide, no en kilómetros, sino en  tiempo.

Mientras, en la ciudad, se hacía más hueco para los nuevos coches que llegaban del exterior. Los ciudadanos, los verdaderos protagonistas, han sido desplazados a los laterales de las calles, a espacios minúsculos en muchos casos que imposibilitan el simple hecho de caminar.

Hemos entregado nuestra ciudades al automóvil, pagando las personas un precio sumamente elevado.

  A su vez hemos ido viendo cómo, paulatinamente, el automóvil se apoderaba de más  y mayores espacios. Calles, plazas, espacios verdes que desaparecían, sustituidos por aparcamientos, por carreteras con más carriles, por  calles donde la convivencia y la vida social se hace imposible.

No pagamos solo el espacio que perdemos, lo pagamos también con estrés, ruido, humos, contaminación,  incluso  con peleas por el espacio.

POLÍTICAS PRO AUTOMÓVIL

El automóvil privado disfruta del 80% del espacio y el resto, todos, peleamos por el 20% restante. Parecía que a nadie le importaba esa enorme desigualdad.

Hemos sido testigos de grandes polémicas cuando se critica la gestión del espacio que entrega cada vez más, al que  ya tenía la mayoría.

Las políticas pro automóvil han sido por mucho tiempo el modelo único de poder social, el espejo donde reflejar el poder económico o la modernidad urbanística. El coche se fue adueñando de nuestro día a día, sin automóvil no podíamos casi  movernos y hemos llegado a no movernos incluso con él.

La industria automovilística, a través de la publicidad nos ha hecho creer que sin coche no podríamos movernos, ni tener éxito ni ser felices. Han creado una  necesidad donde no la había.

Anuncios que se repiten constantemente  y nos convencen del placer de conducir, del poder  que nos da y la  sensación de libertad , del estatus  que ganamos independientemente de  cómo sea nuestra vida. En resumen, nos convencen  con  personas atractivas,  calles solitarias   y paisajes  amplios e idílicos de poder conseguir una apariencia exclusiva y diferenciarnos de la uniformidad mediocre que nos rodea.

Paralelamente nuestra ciudad se deshumanizaba. Los niños, niñas, mayores, personas de movilidad reducida, son los peor parados en esta “batalla” por el espacio. Ellos no tienen voz y si la tienen, se les obvia.

  El resultado es claro: aislamiento social, sedentarismo, miedo a la ciudad, esclavitud motorizada, ruido. Daños colaterales más profundos: elevación de los precios del terreno, desmantelamiento de la economía de cercanía en pro de zonas comerciales en el extrarradio al que hay que ir en coche. Y el peor y más invisible: problemas sanitarios, generados por la contaminación. 

EL COSTE HUMANO

En 2019 el reinado del coche ha dejado 800 mil muertos en Europa, 8,8 millones en el mundo.

La contaminación del aire es responsable de 120 de cada 100.000 muertes por año en el mundo, en Europa, 133 por cada 100.000.

Esta contaminación causa 10.000 muertes al año en España, una cifra que supera a la mortalidad por accidentes de tráfico, que alcanza los 1.700 fallecimientos anuales según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

El sedentarismo en una sociedad en la que ha primado la ley del teórico mínimo esfuerzo también causa problemas de salud.  El 33% de la población infantil es obesa (Centro de Estudios Sociosanitarios de la Universidad de Castilla-La Mancha).

Sólo hay que ir a los colegios en horario de entrada y salida del alumnado y observar la cantidad de coches aparcados en donde cada uno cree conveniente, lo más cerca posible de la puerta. Una manera más de educar a la próxima generación en el egoísmo de mi  comodidad a costa de la de los demás y en un concepto de movilidad erróneo.

QUÉ PODEMOS HACER

Si hacemos caso a la propia industria del automóvil habrá quien crea que la solución es el coche eléctrico. De hecho, la mayoría de empresas  del sector están haciendo grandes campañas para posicionarse como agentes del cuidado del medio ambiente con sus modelos híbridos o eléctricos.

No es cierto. El coche eléctrico no es la solución porque el problema no es solo la contaminación, sino también el espacio, la congestión, la pérdida de tiempo, las infraestructuras necesarias, el mantenimiento y la siniestralidad. 

Por tal razón aparecen medios de transporte  alternativos. No es lógico utilizar un medio de transporte que pesa 1.000 kg., que ocupa 12 m2 y que, en origen,  fue diseñado para mover a 5 personas pero que, en la realidad,  casi el 80% de los movimientos lo hace con sólo el conductor. Un vehículo que el 95% del tiempo está detenido, aparcado, ocupando espacio público. Tenerlo como modelo es inviable económicamente y una manera absurda de perder dinero.

Hablando de dinero, analicemos el coste medio por la posesión y uso de un automóvil en España.

¿Sabemos cuánto nos cuesta el coche?

Datos del año 2019

  • El precio medio en España de un coche es de 17.000€. (Agencia Tributaria)
  • La vida media de ese automóvil es de 12 años. (ANFAC)
  • El kilometraje medio anual es de 9.126 km. (AUDATEX)
  • El precio medio del combustible (2014-2018) estimado 1,18€/litro :
    • Gasolina: 1,23 €/litro
    • Gasoleo:  1,16 €/litro
  • Número de automóviles por tipo de combustible (DGT):
    • Gasolina: 10.939.069 (44,74%)
    • Gasoleo:  13.510.143 (55,26%)
  • Consumo medio de combustible por automóvil y 100 km. recorridos: 4,98 litros (ANFAC).
  • Precio del seguro: 658€ (kelisto.es) x 12 años de vida media= 7.896€
  • Mantenimiento sobre 200 mil km. (xataca.com)
  • Impuestos e ITV (depende mucho de la ciudad): 83€ mes en 12 años: 1.000€
  • Peajes, garajes y aparcamientos (Fintonic): 500€
  • Lavado: 5€ mes = 60€ año

Sumando todos los importes, obtenemos  el coste medio por la posesión de un automóvil en su vida útil. Al final de su servicio, nos habremos gastado en él: 42.707€

A este importe se ha descontado el valor venal del automóvil  de un 10% del precio tras 12 años de vida, 1.710€.

Lo compramos por 17.000€ y hemos pagado 42.707€:  ¡UN 250% DE SU VALOR!

Fuente: Xakata.com, Agencia Tributaria

¿Cuál es el coste del coche para la sociedad?

Analicemos el coste de un accidente de tráfico:

Según un estudio encargado por la DGT a la Universidad de Murcia, 1,4 millones de euros es lo que pierde la sociedad debido al fallecimiento de una persona por causa de un accidente de tráfico. En el 2015 representaba el 1% del PIB del país.

Echemos un vistazo al coste en infraestructuras:

Una carretera sobre terreno normal, según la DGT, cuesta 600.000 € por kilómetro. En autopista, su coste varia entre 4 y 10 millones de euros, en función del terreno.

Este importe es abonado por todos y todas las personas que pagan impuestos, tengan o no automóvil, tengan 20 ó 60 años, conduzcan o  no conduzcan nunca en su vida.

EL MENSAJE DE LA PANDEMIA

 El COVID 19 nos ha enviado un mensaje, de nosotros depende que lo sepamos escuchar  e interpretar.

Hemos estado durante muchas días encerrados, cada uno con su situación y circunstancias particulares, llevándolo como mejor podemos. Hemos aprendido a gestionar situaciones que hasta ahora nunca habíamos afrontado. Hemos tenido que aprender a disfrutar de pequeñas cosas en las que antes no reparábamos. Algunos hemos conocido lo que significaba el teletrabajo. Hemos  comprobado que  el sistema educativo no estaba preparado para una enseñanza alternativa,  más lógica y humana. Desgraciadamente hemos comprobado cómo proliferaban los que ejercían de moralistas y medían la situación de otros, según su perspectiva. Sufrimos la política del descrédito a cualquier precio, el hacer daño utilizando la miseria de otros, en lugar de la unidad hacia el horizonte de la eliminación de la pandemia.

También hemos visto aspectos positivos como la solidaridad, el trabajo desinteresado y altruista,  el que iba más allá de sus obligaciones normales.

Sobre todo, esta situación excepcional nos ha mostrado una visión de las ciudades sin el automóvil. Hemos descubierto el espacio realmente disponible, lo que supone  cruzar la calle sin miedo en esos momentos que el confinamiento nos lo permitía. Comprobamos que no nos molestaba el ruido o que podíamos respirar mejor. En algunas ciudades han podido ver  el horizonte habitualmente tapado, el cielo despejado libre de sus características  nubes o cúpulas  de humo. Hemos descubierto el silencio de las noches, pero también de los días. El sonido de los pájaros si tenías la suerte de vivir cerca de árboles. Hemos podido disfrutar de la calle caminando o en bicicleta y no digamos las personas de movilidad reducida lo que les ha significado.

Las pautas para la vuelta a la “normalidad” , sus fases y tiempos, demandan espacio. Las personas que durante semanas han estado en sus casas, sin salir, sin realizar actividades deportivas, sin caminar, niños y niñas que han quedado en sus domicilios, ahora todos y todas queremos salir y poder volver a nuestra rutina, a nuestra vida. Y todos queremos hacerlo al unísono en unas determinas franjas horarias y en determinados lugares.  Esto nos ha lleva a darnos cuenta de una realidad no percibida hasta ahora: NO HAY ESPACIO PARA TODOS Y TODAS AL MISMO TIEMPO por mucha franja de edad u horaria que haya.
Creemos que la solución es abrir parques, plazas, zonas de recreo y nos olvidamos del principal espacio, el que reclamamos como nuestro: la calle.

Los ayuntamientos se apresuran a buscar lugares, espacios para esa “liberación” del encierro. Aparecen ideas:

  • Cierre de calles
  • Corredores provisionales
  • Ampliación de aceras
  • Más carriles bici
    Fantástico, si no fuera porque esas medidas llevan la coletilla “provisional”.

Tenemos una oportunidad que no hemos de dejar escapar. La situación actual nos ha mandado un mensaje y es hora de escucharlo y actuar en consecuencia. Estas medidas no pueden ser “provisionales “ para volver luego a lo anterior.

“Cambia antes que tengas que hacerlo.”

Lo dijo Jack Welch, un ingeniero norteamericano. Si no lo hacemos, la oportunidad pasa y el problema se agravará. Somos una especie que no atiende a señales si no las ve. Pocos  creían eso del “cambio climático” cuando hace décadas se comenzó a hablar de ello, ahora pocos lo dudan y aun así no todos actúan  en consonancia.

Dudábamos de las nefastas consecuencias del uso del tabaco hasta que los costos sanitarios  derivados fueron tan elevados que superaban lo recaudado con sus impuestos.

Descubrimos el efecto negativo del plomo de la gasolina en las personas y en el medio ambiente y se eliminó.

El DDT fue considerado sustancia milagrosa hasta que, en la década de los 70, después de que quedasen en los organismos más de 500 mil toneladas por su aplicación indiscriminada, fuese considerado villano.

 En 1986 comenzaron a aparecer casos extraños en el ganado vacuno en Inglaterra, lo que posteriormente se denominó el mal de “las vacas locas”. 2 millones de estos animales fueron sacrificados sólo en Gran Bretaña. Causado por una proteína de ganado bovino de cuyos restos se alimentaban a las vacas en forma de pienso. Un animal vegetariano alimentado con restos cárnicos de otro animal.

Podríamos seguir con ejemplos de actividades del ser humano que han afectado al medio ambiente o a otros seres humanos:  gripe aviar, peste porcina, etc.

Aún no sabemos todos los detalles de cómo el COVID-19 ha irrumpido en nuestra vida, pero lo ha hecho y ha traído consigo resultados negativos, no sólo por el lado económico, devastador, sino también  y más importante, por  la pérdida de vidas humanas.  Ha quedado demostrado que  la contaminación de nuestras ciudades se lo ha puesto más fácil.

Así que es hora de preguntarse sobre la vuelta a la “nueva normalidad” de la que tanto se habla.

 

VOLVER A LA “NUEVA NORMALIDAD”

¿Queremos realmente volver a la normalidad conocida o habrá que cambiar y modificar esa normalidad conocida?

¿Sucumbiremos a la presión económica sin pensar que debe haber un día de mañana distinto, con otro modelo de sociedad, otro sistema económico, otra forma de relacionarnos y vivir, de movernos incluso?

¿Seremos tan poco inteligentes de no saber escuchar e interpretar las señales y caeremos en la memoria olvidadiza e interesada cuando esto acabe?

¿Repetiremos los mismos errores y, por tanto, tendremos la misma situación dentro de X tiempo?

De nosotros depende demostrar si hemos aprendido algo o nada.

Ahora es el momento  de analizar, decidir y actuar.
De comenzar por las ciudades, punto neurálgico de nuestra vida, de nuestro día a día. De hacer que cambien para beneficio de todos y todas, no solo de unos pocos, de los privilegiados. Hagamos de la ciudad el lugar de encuentro social, donde se creen sinergias positivas, donde el sistema económico se mida por lo auténticamente humano y no por el mero coste económico sin importar lo que hay detrás.

La ciudad ha de cambiar y el primer cambio que ha de aplicarse es el reparto democrático del espacio, dándole más al que más beneficio genera al colectivo, al que menos daño crea, a las personas.

No vamos a explicar las ideas que ya hay sobre la mesa para el reparto de la movilidad y crear esa discriminación positiva hacia los medios de transporte más sostenibles y lógicos. La teoría ya la conocemos, es hora de pasar a la acción con valentía social y política para ponerla en marcha.
Todo cambio genera rechazo, lo sabemos, sobre todo de los privilegiados que ven perder su estatus económico y social. También de cierta industria que lo argumentará con su discurso de siempre,  el de los puestos de trabajo. No es nuevo, lo hemos visto  en medio de esta pandemia con la presión por liberar el estado de alarma y dar prioridad al aspecto económico antes que al humano. El propio gobierno recibió toda clase de críticas, pero no rebajó las medidas que entendía eran necesarias, a sabiendas que generaría disgustos y sinsabores, pero teniendo claro que trabajaba para la mayoría y no para unos pocos.

De igual manera hemos de tomar acción para modificar el modo de vida de las ciudades. Haremos ciudades para las personas, para disfrutarlas, para movernos de manera lógica, donde el automóvil también podrá estar, pero no ocupando el 80% del espacio. Los protagonistas, quienes más  espacio dispongan han de ser, las personas.

Hay que implementar políticas de democracia en lo referente a la movilidad, educando a las nuevas generaciones, creando asignaturas de enseñanza en movilidad lógica en los centros escolares.

Se debe facilitar la movilidad ecológica en las empresas, ya sea con acciones físicas en las mismas como incentivar el uso de bicicleta en los desplazamientos laborales  y/o con ayudas económicas a la compra de este medio de transporte o de bicis eléctricas.

Tenemos que crear espacios para este medio de transporte reduciendo el del automóvil. Incentivando con reducción de IVA a la adquisición de medios alternativos.

Necesitamos políticas urbanas en pro de la bici, tanto viales como urbanas, creando normas arquitectónicas que faciliten la tenencia de bicicletas (como lugares para guardarlas y aparcarlas en edificios).
Ideas no faltarían y no hay que inventar nuevos mecanismos. Ya existen en otros países que llevan décadas de adelanto en estas infraestructuras y políticas pro movilidad alternativa. Todo esto depende, principalmente, de una voluntad política clara y decidida. Si no es así, sólo hará falta un tiempo más para darnos cuenta del error que hemos cometido. Este ha sido un tirón de orejas, hemos comprobado que en las ciudades podíamos respirar, que la naturaleza se regeneraba si la dejábamos y que podíamos movernos de otras maneras. Depende de todos  nosotros, de ti y de mí.

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo, del miedo al cambio.

Octavio Paz

Gracias a Nohemí Hervada por su inestimable colaboración para la edición de este artículo.

Suena el despertador, son las siete. Desayuno, aseo y prepararme para ir al trabajo. 7 km. de desplazamiento, empiezo a las 8,00h, hoy tengo  reunión con los comerciales.

Subo al coche y junto con miles de automóviles más, me pongo en camino. Miro a mi alrededor, todos los coches, con una sola persona, como yo. Camino a mi trabajo las paradas son continuas: arranco, paro, primera, segunda, otra vez paro, se me cruza un coche, le toco la bocina, sigo, otro que no respeta el ceda el paso, sigo. ¡Qué nervios!  Ahora aparcar. Esto está cada vez peor, espero que lo arreglen y creen más plazas de aparcamiento. Son las 8.15,  ya llego tarde. Nada, al final garaje privado, 12€ que me costará más el agobio que ya llevo. ¡Vaya comienzo de jornada! Y  aún me queda el atasco de la vuelta… que hoy es viernes.

Esto que acabo de resumir es el día a día de millones de personas. Analicemos , por  ejemplo, los datos de Madrid.

Según su EMT (Empresa Municipal del Transporte) los desplazamientos en coche ya superan los 2,5 millones diarios, con una ocupación media de 1,35 personas por vehículo motorizado. Cada vez es más frecuente la activación de alarma por contaminación, principalmente por dióxido de nitrógeno (NO2) y  exigir la reducción de velocidad.
En el centro histórico  de la ciudad (de los bulevares a Atocha) es donde más lento se circula. La velocidad media supera mínimamente los 9 km/hora en esa zona,. Entre las vías con peor tráfico destaca Fuencarral, en cuyo tramo, más cercano a la Gran Vía, los coches transitan a 3,35 km/h. Más lento incluso que caminando.

La velocidad media general de esta ciudad, no llega a 24 km/h. contando las vías de circunvalación M-30-40.

“Pero yo no soy parte del problema” pensamos todos.  El argumento de “el problema se soluciona creando más plazas de aparcamiento” es el que enseguida aparece evidenciando el desconocimiento de la problemática real. A más aparcamientos, más personas atraídas por la idea de disponer de un lugar para dejar su coche en destino, más personas usando el vehículo privado porque asumen que ganarán tiempo, o sea, más atascos, más retrasos, más contaminación… y menos espacio que demandará más aparcamientos…. un circulo vicioso que no acaba.

CÓMO NOS DESPLAZAMOS AL TRABAJO

Según una encuesta realizada a nivel europeo por PageGroup a 12.000 personas, descubrimos que el 66% lo hace en automóvil privado.

El 34% de los trabajadores encuentran menos estresante ir en su propio medio que en transporte público.

Italia y Turquía encuentran muy estresante ir en transporte privado, con un 49% y 46% respectivamente.

Holanda es el país que opina que ir en transporte privado es menos estresante (19%). A destacar que más del 20% de los holandeses va en bicicleta, ya que asegura que los empleados están activos, llegan a trabajar menos estresados y son más propensos a ser más productivos en el trabajo.

El 44% de los europeos llegan tarde al trabajo.

Vivimos en ciudades que han ido atrincherando a las personas en espacios cada vez más reducidos. Nuestras ciudades se han alejado de lo natural,  lo normal,  lo sencillo, de la forma lógica de utilizar el espacio para convivir.
Esto ha ido pasando de tal forma que no nos demos cuenta, sutilmente, sin que notáramos el abuso de una parte sobre las demás.  Incluso siendo conscientes, la mayoría no hace nada para cambiarlo o detenerlo. A veces por dejadez, por comodidad, por egoísmo, por interés propio… Por lo que sea, el caso es que las personas hemos perdido el protagonismo  en las ciudades.
Las ciudades ya no son lugar de encuentro, de relaciones, de actividades sociales, de negocios, de vida. Pensando en las nuevas generaciones,  la ciudad no genera aprendizaje para  futuros ciudadanos y ciudadanas, no hay lugar para el juego, para el esparcimiento. Demasiados niños y niñas sin un espacio público suficiente para jugar en kilómetros a la redonda.
Para  los mayores  la ciudad es un lugar inhóspito y peligroso. Muchos no salen a la calle por encontrarla insegura, sin espacios donde pasear a su ritmo, pararse y descansar.

Este es uno de los motivos por los que la población comenzó a desplazar su residencia al extrarradio, a áreas metropolitanas donde pudiesen vivir más tranquilos y relajados.  Pero estas personas siguen teniendo mayoritariamente su trabajo en las ciudades lo que trajo consigo la necesidad de buscar soluciones a los desplazamientos pendulares: casa-trabajo-casa. Desplazamientos mayoritariamente hechos en coche particular. Ahora la distancia al trabajo se mide, no en kilómetros, sino en  tiempo.

Mientras, en la ciudad, se hacía más hueco para los nuevos coches que llegaban del exterior. Los ciudadanos, los verdaderos protagonistas, han sido desplazados a los laterales de las calles, a espacios minúsculos en muchos casos que imposibilitan el simple hecho de caminar.

Hemos entregado nuestra ciudades al automóvil, pagando las personas un precio sumamente elevado.

  A su vez hemos ido viendo cómo, paulatinamente, el automóvil se apoderaba de más  y mayores espacios. Calles, plazas, espacios verdes que desaparecían, sustituidos por aparcamientos, por carreteras con más carriles, por  calles donde la convivencia y la vida social se hace imposible.

No pagamos solo el espacio que perdemos, lo pagamos también con estrés, ruido, humos, contaminación,  incluso  con peleas por el espacio.

POLÍTICAS PRO AUTOMÓVIL

El automóvil privado disfruta del 80% del espacio y el resto, todos, peleamos por el 20% restante. Parecía que a nadie le importaba esa enorme desigualdad.

Hemos sido testigos de grandes polémicas cuando se critica la gestión del espacio que entrega cada vez más, al que  ya tenía la mayoría.

Las políticas pro automóvil han sido por mucho tiempo el modelo único de poder social, el espejo donde reflejar el poder económico o la modernidad urbanística. El coche se fue adueñando de nuestro día a día, sin automóvil no podíamos casi  movernos y hemos llegado a no movernos incluso con él.

La industria automovilística, a través de la publicidad nos ha hecho creer que sin coche no podríamos movernos, ni tener éxito ni ser felices. Han creado una  necesidad donde no la había.

Anuncios que se repiten constantemente  y nos convencen del placer de conducir, del poder  que nos da y la  sensación de libertad , del estatus  que ganamos independientemente de  cómo sea nuestra vida. En resumen, nos convencen  con  personas atractivas,  calles solitarias   y paisajes  amplios e idílicos de poder conseguir una apariencia exclusiva y diferenciarnos de la uniformidad mediocre que nos rodea.

Paralelamente nuestra ciudad se deshumanizaba. Los niños, niñas, mayores, personas de movilidad reducida, son los peor parados en esta “batalla” por el espacio. Ellos no tienen voz y si la tienen, se les obvia.

  El resultado es claro: aislamiento social, sedentarismo, miedo a la ciudad, esclavitud motorizada, ruido. Daños colaterales más profundos: elevación de los precios del terreno, desmantelamiento de la economía de cercanía en pro de zonas comerciales en el extrarradio al que hay que ir en coche. Y el peor y más invisible: problemas sanitarios, generados por la contaminación. 

EL COSTE HUMANO

En 2019 el reinado del coche ha dejado 800 mil muertos en Europa, 8,8 millones en el mundo.

La contaminación del aire es responsable de 120 de cada 100.000 muertes por año en el mundo, en Europa, 133 por cada 100.000.

Esta contaminación causa 10.000 muertes al año en España, una cifra que supera a la mortalidad por accidentes de tráfico, que alcanza los 1.700 fallecimientos anuales según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

El sedentarismo en una sociedad en la que ha primado la ley del teórico mínimo esfuerzo también causa problemas de salud.  El 33% de la población infantil es obesa (Centro de Estudios Sociosanitarios de la Universidad de Castilla-La Mancha).

Sólo hay que ir a los colegios en horario de entrada y salida del alumnado y observar la cantidad de coches aparcados en donde cada uno cree conveniente, lo más cerca posible de la puerta. Una manera más de educar a la próxima generación en el egoísmo de mi  comodidad a costa de la de los demás y en un concepto de movilidad erróneo.

QUÉ PODEMOS HACER

Si hacemos caso a la propia industria del automóvil habrá quien crea que la solución es el coche eléctrico. De hecho, la mayoría de empresas  del sector están haciendo grandes campañas para posicionarse como agentes del cuidado del medio ambiente con sus modelos híbridos o eléctricos.

No es cierto. El coche eléctrico no es la solución porque el problema no es solo la contaminación, sino también el espacio, la congestión, la pérdida de tiempo, las infraestructuras necesarias, el mantenimiento y la siniestralidad. 

Por tal razón aparecen medios de transporte  alternativos. No es lógico utilizar un medio de transporte que pesa 1.000 kg., que ocupa 12 m2 y que, en origen,  fue diseñado para mover a 5 personas pero que, en la realidad,  casi el 80% de los movimientos lo hace con sólo el conductor. Un vehículo que el 95% del tiempo está detenido, aparcado, ocupando espacio público. Tenerlo como modelo es inviable económicamente y una manera absurda de perder dinero.

Hablando de dinero, analicemos el coste medio por la posesión y uso de un automóvil en España.

¿Sabemos cuánto nos cuesta el coche?

Datos del año 2019

  • El precio medio en España de un coche es de 17.000€. (Agencia Tributaria)
  • La vida media de ese automóvil es de 12 años. (ANFAC)
  • El kilometraje medio anual es de 9.126 km. (AUDATEX)
  • El precio medio del combustible (2014-2018) estimado 1,18€/litro :
    • Gasolina: 1,23 €/litro
    • Gasoleo:  1,16 €/litro
  • Número de automóviles por tipo de combustible (DGT):
    • Gasolina: 10.939.069 (44,74%)
    • Gasoleo:  13.510.143 (55,26%)
  • Consumo medio de combustible por automóvil y 100 km. recorridos: 4,98 litros (ANFAC).
  • Precio del seguro: 658€ (kelisto.es) x 12 años de vida media= 7.896€
  • Mantenimiento sobre 200 mil km. (xataca.com)
  • Impuestos e ITV (depende mucho de la ciudad): 83€ mes en 12 años: 1.000€
  • Peajes, garajes y aparcamientos (Fintonic): 500€
  • Lavado: 5€ mes = 60€ año

Sumando todos los importes, obtenemos  el coste medio por la posesión de un automóvil en su vida útil. Al final de su servicio, nos habremos gastado en él: 42.707€

A este importe se ha descontado el valor venal del automóvil  de un 10% del precio tras 12 años de vida, 1.710€.

Lo compramos por 17.000€ y hemos pagado 42.707€:  ¡UN 250% DE SU VALOR!

Fuente: Xakata.com, Agencia Tributaria

¿Cuál es el coste del coche para la sociedad?

Analicemos el coste de un accidente de tráfico:

Según un estudio encargado por la DGT a la Universidad de Murcia, 1,4 millones de euros es lo que pierde la sociedad debido al fallecimiento de una persona por causa de un accidente de tráfico. En el 2015 representaba el 1% del PIB del país.

Echemos un vistazo al coste en infraestructuras:

Una carretera sobre terreno normal, según la DGT, cuesta 600.000 € por kilómetro. En autopista, su coste varia entre 4 y 10 millones de euros, en función del terreno.

Este importe es abonado por todos y todas las personas que pagan impuestos, tengan o no automóvil, tengan 20 ó 60 años, conduzcan o  no conduzcan nunca en su vida.

EL MENSAJE DE LA PANDEMIA

El COVID 19 nos ha enviado un mensaje, de nosotros depende que lo sepamos escuchar  e interpretar.

Hemos estado durante muchas días encerrados, cada uno con su situación y circunstancias particulares, llevándolo como mejor podemos. Hemos aprendido a gestionar situaciones que hasta ahora nunca habíamos afrontado. Hemos tenido que aprender a disfrutar de pequeñas cosas en las que antes no reparábamos. Algunos hemos conocido lo que significaba el teletrabajo. Hemos  comprobado que  el sistema educativo no estaba preparado para una enseñanza alternativa,  más lógica y humana. Desgraciadamente hemos comprobado cómo proliferaban los que ejercían de moralistas y medían la situación de otros, según su perspectiva. Sufrimos la política del descrédito a cualquier precio, el hacer daño utilizando la miseria de otros, en lugar de la unidad hacia el horizonte de la eliminación de la pandemia.

También hemos visto aspectos positivos como la solidaridad, el trabajo desinteresado y altruista,  el que iba más allá de sus obligaciones normales.

Sobre todo, esta situación excepcional nos ha mostrado una visión de las ciudades sin el automóvil. Hemos descubierto el espacio realmente disponible, lo que supone  cruzar la calle sin miedo en esos momentos que el confinamiento nos lo permitía. Comprobamos que no nos molestaba el ruido o que podíamos respirar mejor. En algunas ciudades han podido ver  el horizonte habitualmente tapado, el cielo despejado libre de sus características  nubes o cúpulas  de humo. Hemos descubierto el silencio de las noches, pero también de los días. El sonido de los pájaros si tenías la suerte de vivir cerca de árboles. Hemos podido disfrutar de la calle caminando o en bicicleta y no digamos las personas de movilidad reducida lo que les ha significado.

Las pautas para la vuelta a la “normalidad” , sus fases y tiempos, demandan espacio. Las personas que durante semanas han estado en sus casas, sin salir, sin realizar actividades deportivas, sin caminar, niños y niñas que han quedado en sus domicilios, ahora todos y todas queremos salir y poder volver a nuestra rutina, a nuestra vida. Y todos queremos hacerlo al unísono en unas determinas franjas horarias y en determinados lugares.  Esto nos ha lleva a darnos cuenta de una realidad no percibida hasta ahora: NO HAY ESPACIO PARA TODOS Y TODAS AL MISMO TIEMPO por mucha franja de edad u horaria que haya.
Creemos que la solución es abrir parques, plazas, zonas de recreo y nos olvidamos del principal espacio, el que reclamamos como nuestro: la calle.

Los ayuntamientos se apresuran a buscar lugares, espacios para esa “liberación” del encierro. Aparecen ideas:

  • Cierre de calles
  • Corredores provisionales
  • Ampliación de aceras
  • Más carriles bici
    Fantástico, si no fuera porque esas medidas llevan la coletilla “provisional”.

Tenemos una oportunidad que no hemos de dejar escapar. La situación actual nos ha mandado un mensaje y es hora de escucharlo y actuar en consecuencia. Estas medidas no pueden ser “provisionales “ para volver luego a lo anterior.

“Cambia antes que tengas que hacerlo.”

Lo dijo Jack Welch, un ingeniero norteamericano. Si no lo hacemos, la oportunidad pasa y el problema se agravará. Somos una especie que no atiende a señales si no las ve. Pocos  creían eso del “cambio climático” cuando hace décadas se comenzó a hablar de ello, ahora pocos lo dudan y aun así no todos actúan  en consonancia.

Dudábamos de las nefastas consecuencias del uso del tabaco hasta que los costos sanitarios  derivados fueron tan elevados que superaban lo recaudado con sus impuestos.

Descubrimos el efecto negativo del plomo de la gasolina en las personas y en el medio ambiente y se eliminó.

El DDT fue considerado sustancia milagrosa hasta que, en la década de los 70, después de que quedasen en los organismos más de 500 mil toneladas por su aplicación indiscriminada, fuese considerado villano.

 En 1986 comenzaron a aparecer casos extraños en el ganado vacuno en Inglaterra, lo que posteriormente se denominó el mal de “las vacas locas”. 2 millones de estos animales fueron sacrificados sólo en Gran Bretaña. Causado por una proteína de ganado bovino de cuyos restos se alimentaban a las vacas en forma de pienso. Un animal vegetariano alimentado con restos cárnicos de otro animal.

Podríamos seguir con ejemplos de actividades del ser humano que han afectado al medio ambiente o a otros seres humanos:  gripe aviar, peste porcina, etc.

Aún no sabemos todos los detalles de cómo el COVID-19 ha irrumpido en nuestra vida, pero lo ha hecho y ha traído consigo resultados negativos, no sólo por el lado económico, devastador, sino también  y más importante, por  la pérdida de vidas humanas.  Ha quedado demostrado que  la contaminación de nuestras ciudades se lo ha puesto más fácil.

Así que es hora de preguntarse sobre la vuelta a la “nueva normalidad” de la que tanto se habla.

 

VOLVER A LA “NUEVA NORMALIDAD”

¿Queremos realmente volver a la normalidad conocida o habrá que cambiar y modificar esa normalidad conocida?

¿Sucumbiremos a la presión económica sin pensar que debe haber un día de mañana distinto, con otro modelo de sociedad, otro sistema económico, otra forma de relacionarnos y vivir, de movernos incluso?

¿Seremos tan poco inteligentes de no saber escuchar e interpretar las señales y caeremos en la memoria olvidadiza e interesada cuando esto acabe?

¿Repetiremos los mismos errores y, por tanto, tendremos la misma situación dentro de X tiempo?

De nosotros depende demostrar si hemos aprendido algo o nada.

Ahora es el momento  de analizar, decidir y actuar.
De comenzar por las ciudades, punto neurálgico de nuestra vida, de nuestro día a día. De hacer que cambien para beneficio de todos y todas, no solo de unos pocos, de los privilegiados. Hagamos de la ciudad el lugar de encuentro social, donde se creen sinergias positivas, donde el sistema económico se mida por lo auténticamente humano y no por el mero coste económico sin importar lo que hay detrás.

La ciudad ha de cambiar y el primer cambio que ha de aplicarse es el reparto democrático del espacio, dándole más al que más beneficio genera al colectivo, al que menos daño crea, a las personas.

No vamos a explicar las ideas que ya hay sobre la mesa para el reparto de la movilidad y crear esa discriminación positiva hacia los medios de transporte más sostenibles y lógicos. La teoría ya la conocemos, es hora de pasar a la acción con valentía social y política para ponerla en marcha.
Todo cambio genera rechazo, lo sabemos, sobre todo de los privilegiados que ven perder su estatus económico y social. También de cierta industria que lo argumentará con su discurso de siempre,  el de los puestos de trabajo. No es nuevo, lo hemos visto  en medio de esta pandemia con la presión por liberar el estado de alarma y dar prioridad al aspecto económico antes que al humano. El propio gobierno recibió toda clase de críticas, pero no rebajó las medidas que entendía eran necesarias, a sabiendas que generaría disgustos y sinsabores, pero teniendo claro que trabajaba para la mayoría y no para unos pocos.

De igual manera hemos de tomar acción para modificar el modo de vida de las ciudades. Haremos ciudades para las personas, para disfrutarlas, para movernos de manera lógica, donde el automóvil también podrá estar, pero no ocupando el 80% del espacio. Los protagonistas, quienes más  espacio dispongan han de ser, las personas.

Hay que implementar políticas de democracia en lo referente a la movilidad, educando a las nuevas generaciones, creando asignaturas de enseñanza en movilidad lógica en los centros escolares.

Se debe facilitar la movilidad ecológica en las empresas, ya sea con acciones físicas en las mismas como incentivar el uso de bicicleta en los desplazamientos laborales  y/o con ayudas económicas a la compra de este medio de transporte o de bicis eléctricas.

Tenemos que crear espacios para este medio de transporte reduciendo el del automóvil. Incentivando con reducción de IVA a la adquisición de medios alternativos.

Necesitamos políticas urbanas en pro de la bici, tanto viales como urbanas, creando normas arquitectónicas que faciliten la tenencia de bicicletas (como lugares para guardarlas y aparcarlas en edificios).
Ideas no faltarían y no hay que inventar nuevos mecanismos. Ya existen en otros países que llevan décadas de adelanto en estas infraestructuras y políticas pro movilidad alternativa. Todo esto depende, principalmente, de una voluntad política clara y decidida. Si no es así, sólo hará falta un tiempo más para darnos cuenta del error que hemos cometido. Este ha sido un tirón de orejas, hemos comprobado que en las ciudades podíamos respirar, que la naturaleza se regeneraba si la dejábamos y que podíamos movernos de otras maneras. Depende de todos  nosotros, de ti y de mí.

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo, del miedo al cambio.

Octavio Paz

Gracias a Nohemí Hervada por su inestimable colaboración para la edición de este artículo.

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Hay dos formas de hacer políticas de movilidad, con cabeza, pensando en todos y con visión amplia, o la desgraciadamente habitual que es pensando en soluciones a corto plazo sólo para unos pocos. Cuando esto segundo ocurre, más temprano que tarde...

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#porunaleyjusta NOVEDADES

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Bicicletas vs Canarias7

Artículo Canarias7Ya he dicho en otras publicaciones a raíz de los cambios de movilidad que está habiendo en la ciudad de Las Palmas de G.C., tomándolo como ejemplo de lo que sucede en otras urbes españolas, que toda modificación del actual "status...

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Modificación Código Penal

Modificación Código Penal

Hay dos formas de hacer políticas de movilidad, con cabeza, pensando en todos y con visión amplia, o la desgraciadamente habitual que es pensando en soluciones a corto plazo sólo para unos pocos.
Cuando esto segundo ocurre, más temprano que tarde toca replantearse lo hecho y toca reconstruir la ciudad. Porque lo que hace unos años era lo moderno, natural y lógico, ahora se desvela como obsoleto, antinatural e ilógico. Y lo más importante, porque aquellas acciones fueron pensadas sin tener en cuenta a la mayoría, sobre todo, a esa mayoría que no hace ruido. Se inicia así un proceso delicado, que hay que saber plantear, estudiar, analizar y llevar a la práctica de forma integral, si no queremos volver a cometer los mismos errores que todos pagamos.

La administración municipal, que es la responsable de los planes de movilidad, ante el problema  de los atascos en horas punta o en determinados cruces o calles  y ante la molestia que esto genera en los conductores y las críticas recibidas casi siempre decide actuar de forma inmediata para encontrar una solución al «problema». Y  ¿qué se hace?.

Hasta ahora las soluciones a la movilidad eran siempre las mismas:  ampliación de carril, modificación de itinerario o construir tal o cual infraestructura. Resultado: más tráfico, más atascos y volvemos, si no somos capaces de ver otra solución, al círculo vicioso. Construimos otro carril más o un paso a nivel o lo que consideramos adecuado para que los automóviles no vean reducida su movilidad. Una vez más sólo existe el coche.

¿Qué han generado estas actuaciones?

Asómate a la calle, camina por la acera y lo comprobarás… más coches. Más gasto económico en diversos parámetros sociales directamente relacionados con el aumento de coches circulando: sanitarios, infraestructuras, seguridad, siniestralidad, etc. Coste que pagamos todos, conductor o no, peatón o ciclista, menor de edad o adulto. Todos lo pagamos aunque sólo la mitad haga uso de esas infraestructuras.  ¿Es justo?

Estamos viendo que empieza a producirse ahora  un cambio de pensamiento sobre la movilidad. Cada vez es más evidente que no se puede seguir con esa antigua política de «todo para el coche». Las ciudades están entrando en un proceso de cambio de mentalidad. El automóvil empieza a perder su poder de  dictadura permitida  que asumíamos como «impuesto revolucionario» natural para conducir y movernos, como si no hubiese otra manera.
Los gestores municipales se plantean la ciudad de otra manera, también porque la sociedad lo demanda, y se dan cuenta de que existen herramientas que se deben utilizar  de la forma correcta para que esos cambios que deseamos se hagan realidad. El correcto engranaje y el uso adecuado de esas herramientas son indispensables para que el cambio de mentalidad necesaria sea un éxito.

Una de las principales herramientas para el cambio de mentalidad en movilidad es la bicicleta. A pesar de ello muchos pensamos que aún no se le da el lugar que merece, que es mucho más que cumplir un trámite o cubrir una estadística. Esta falta de trato profesional y serio con respecto a la bicicleta como agente de cambio en la política de movilidad de las ciudades genera el efecto contrario al deseado.
Como ejemplo podemos citar muchos de los carriles bici de nuestras ciudades que, lejos de cumplir lo que se esperaba, se convierten en un gasto económico inútil por:

  • Mal planteamiento del trazado: carriles por los que se hace imposible la circulación
  • Barreras arquitectónicas : carriles atravesados por paradas de autobús, papeleras, árboles y todo tipo de elementos que hacen imposible transitar por ellos.
  • Infrautilización: carriles en lugares donde no se necesitan o que no llevan a ningún lado

Si el gasto fuera poco impacto negativo, el hecho de que estas infraestructuras tengan un coste alto y un bajo uso genera, a su vez en la población un Rechazo social hacia la bici y el ciclista que repercute negativamente en todos. Esta, es quizás, la parte más compleja de recuperar y debería ser una de las metas a conseguir: recuperar la visión positiva de la bicicleta para la mejora del transporte.

Uso inteligente de las herramientas de movilidad

Existen diferentes opciones para la movilidad de las ciudades  y debemos saber utilizarlas:

  • carril bici segregado
  • reducir velocidad
  • calles 30
  • carriles bici/bus
  • introducir la bici en el tráfico junto al automóvil
  • etc.

¿Cuál de ellas es mejor?  En mi opinión personal lo más positivo sería poder combinar todas ellas dependiendo de las circunstancias.  Pero siempre partiendo de la base  de que la bicicleta es un elemento clave para mejorar las ciudades y, por tanto,  hemos de darle un lugar preeminente y no relegarlo a compartir espacio con aquéllos que ya disponen de un espacio reducido en nuestras calles.

La bici en la calzada

El lugar natural de la bicicleta es la calzada, junto al automóvil y resto de usuarios. Habrá que tener en cuenta, no obstante, que en ciertos lugares,  siempre que se pueda por espacio, lo más positivo será la creación de un carril bici  segregado por  seguridad. Seguridad que puede ser un atractivo para potenciales usuarios que, no siendo muy diestros aún en la circulación en bicicleta entre el tráfico, prefieran ir en un carril propio y con el paso del tiempo se lanzarán al circular por la calzada con el resto de usuarios.
Todo lo que sirva para aumentar el número de usuarios de la bicicleta en las ciudades contribuirá a aumentar la seguridad de los mismos. Porque como digo siempre, lo que da la seguridad al ciclista no es el casco y el chaleco, sino la cantidad de usuarios en bici y, por tanto, la reducción de la velocidad de los automóviles.

Si se ha de acometer la implantación del carril bici no se debe optar por reducir espacio al ciudadano/peatón, craso y típico error, para que el automóvil no se vea afectado. Hemos de equilibrar la balanza y eso se hace dándole protagonismo al resto de agentes que intervienen. Se ha de reducir el espacio al coche, culpable del desequilibrio. Ese espacio será utilizado para el ciclista, el cual NUNCA podrá ocupar el espacio del peatón/ciudadano. El ciclista nunca debería, como norma general, usurpar la acera, salvo en casos muy puntuales y siempre que el ancho de la acera lo permita de forma segura para el peatón.

La clave está en reducir el espacio  que ocupa el coche, reducir su velocidad y mejorar los medios de transporte alternativos, haciendo hincapié en el autobús, que transporta a 50 personas y optimiza el espacio y consumo por persona transportada.

¿Cómo reducimos la velocidad al automóvil o restringimos su espacio?

  • Lo primero es no continuar con una política pro-coche.
  • Realizar un estudio de la movilidad y saber los hábitos de transporte: distancia, tiempo, actividades, modo de transporte, polos de atracción, etc.
  • Analizar la ciudad en conjunto y saber de las herramientas que se tienen: transporte público, taxis, autobús, tranvía, metro, bici, peatón.
  • Tener en cuenta que todo cambio generará un choque, entre los del SÍ y los del NO, que encontraremos impedimentos en ciertos estratos sociales y que hemos de saber gestionarlos correctamente, demostrando la potencialidad de esos cambios, demostrando con resultados los cambios que se llevarán a cabo.
  • Cuando iniciemos el «cambio», hacerlo en conjunto y plantearse el tiempo de actuación  en X años. Hacerlo por plazos no suele ser la mejor opción  pues el ciudadano lo respira como algo que «veremos como sale» y no como una decisión clara e irrevocable, bien estructurada y estudiada.
  • El cambio ha de ser explicado al ciudadano en lo que repercutirá a la ciudad y en cómo la hará más humana y accesible.
  • Esas herramientas para la pacificación del tráfico son claras y evidentes. No inventamos nada especial:
  • Ampliación de aceras: Cuanto más ancha es la vía el conductor tiene la impresión de posibilidad de mayor velocidad, por eso estrechar la calzada redunda en una menor velocidad.
  • Rotondas bien estudiadas: En muchos lugares observo cómo la colocación de una rotonda ha generado un peligro. La misión de una rotonda es canalizar, ordenar y pacificar el tráfico, por tanto, el diámetro de la rotonda y el modelo de la misma es primordial. La rotonda siempre ha de ser mayor que el ancho de la calzada, si no es así, el coche continua a su velocidad y no observa la rotonda como obstáculo.
  • Los zig-zag: Si el coche no ve longitud en la calzada reduce  su velocidad.
  • Elevación de pasos de peatones
  • Reducir accesos al automóvil, sobre todo en cascos históricos.
  • Creación de zonas peatonales.
  • Aparcamientos disuasorios a la entrada de la ciudad que permitan el acceso mediante autobús o sistema de préstamo/alquiler de bicicletas.
  • La intermodalidad (bici-transporte público)
  • Los aparcamientos para bicicletas se han de desarrollar por toda la ciudad.
  • Sistema de alquiler/préstamo de bicicletas. Bien desarrollado y que existan estaciones de recogida/entrega de  bicicletas a una distancia no mayor a 500 metros.
  • Potenciar los caminos escolares, dotándolos de seguridad e involucrar a colegios, padres y administración.
  • Educar a las nuevas generaciones de forma solidaria en lo que al transporte se refiere.
  • Penalizar el transporte insolidario.
  • Escuelas de ciclismo para mayores.
  • Cierre de calles o barrios para actividades alternativas en fines de semana.
  • Recorridos turísticos en bicicleta para mostrar la ciudad de forma diferente.
  • Dar empuje y protagonismo a cualquier idea que tenga como razón la movilidad alternativa y lógica.
  • Y posiblemente una actitud menos permisiva hacia el automóvil por parte de las autoridades.
  • Como se ve hay infinidad de posibilidades pero de entre todas hay una esencial: la voluntad de cambiar el actual modo de vida en las ciudades. Pensar que la ciudad es para los ciudadanos, no para los coches y que hemos de pensar en todos sus ocupantes: niños, adultos, personas de movilidad reducida, ancianos, cada uno con sus particularidades y necesidades y que no podemos supeditarlo todo a un solo medio de transporte, que además es el más perjudicial.
  • Cambiar el actual status quo y apostar por una forma diferente, realizar un buen planteamiento y desarrollo, para luego, ponernos a implantarlo, cuanto antes mejor. Así  veremos los resultados  pronto y conseguiremos no  dilatarnos en el tiempo y generar cansancio social. Y saber que todo cambio generará una reacción y que para correr, siempre se inicia con un primer paso.

    (c) César Acosta – Todos los derechos reservados

 

#porunaleyjusta NOVEDADES

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Bajo este hashtag #porunaleyjusta, el ciclismo español ha estado unido para que cambiaran las leyes en la referencia a los accidentes y atropellos protagonizados por automóviles, donde el o los ciclistas se veían afectados

 Antes de continuar hemos de nombrar a dos personas esenciales en todo este trabajo, sin los cuales muy posiblemente nunca hubiésemos llegado a este punto y lo que queda por delante. Una es Anna González, que no voy a explicar quién es y lo que ha supuesto para el mundo ciclista pues dudo que haya alguien que no lo sepa. Ha sido la imagen de lo que no se ve. La imagen de los que se quedan cuando se sufre la muerte de un ser querido. Representa el dato estadístico de fallecidos por la violencia vial de los automóviles.     

Y otra es Alfonso Triviño, abogado de la Asociación de Ciclistas Profesionales y secretario de la misma. Al cual conozco desde que a mediados de los 90, nos presentaron en la incipiente Comisión de Seguridad Vial, que creamos de forma independiente a las federaciones de ciclismo. Uniendo a distintas personas del mundo ciclista y preocupados por la centena de compañeros atropellados cada año por aquel entonces. Desde entonces nuestros caminos han recorrido sendas muy cercanas y le tengo un aprecio muy especial, el mismo que muchos de los ciclistas deberemos de tenerle por el impagable trabajo que ha llevado y lleva adelante.  

El año 2015, el código penal sufrió una modificación sumamente importante que afectaría directamente a los accidentes de tráfico.

La principal es que despenalizaban las faltas (Artículo 142 del Código Penal). Anteriormente, estas faltas de tráfico se componían tanto de las infracciones graves con resultados de poca gravedad como, de las infracciones más leves con consecuencias más graves. El perjudicado podía interponer denuncia por vía penal y el juzgado incoa el correspondiente Juicio de Faltas. Y la maquinaria de la ley se ponía al servicio de la víctima. Acceso a un médico forense imparcial y perteneciente al juzgado, sin coste alguno y tenían acceso a un pronunciamiento del juez, tanto por la responsabilidad penal como por la civil. A partir del 1 de julio del 2015 tan solo se admitirán denuncias por la vía penal por accidentes de tráfico en los que se haya cometido algún tipo de imprudencia muy grave. ¿Qué es muy grave? Las contempladas en los artículos 149 y 150 del código penal. Grandes lesionados, pérdidas de extremidades, deformidad, daños psíquicos, etc.

 

¿En qué consistía esa modificación?

 

En su momento esto traía consigo una descarga de los juzgados de denuncias que se producían de accidentes mínimos, que se interponían para resolver indemnizaciones que hubiese lugar. Aspecto que en un principio se podía pensar lógico al no exigir a un juzgado de lo penal investigar aspectos mucho más simples que podían ir por vía civil. Pero esto que parece algo lógico, en la práctico no fue así y ¿por qué?

 

La razón que esgrimimos desde el ámbito de las víctimas, llámense ciclistas o ciudadanos de a pié o inclusive, otros conductores de automóviles, es que quedarán impunes algunas conductas que pueden considerarse claramente imprudentes. Y debido a esa despenalización, para hacer valer tus derechos como víctima, te verás en la necesidad de ir a la vía civil Y qué supone esta vía civil.

 

Hasta ahora era el médico forense del propio juzgado el que peritaba el estado de la víctima y su recuperación. A partir de ahora es la víctima la que tendrá que contratar un servicio médico pericial y pagarlo de su bolsillo. A sabiendas que tendrá presunción de veracidad el médico de la aseguradora.

 

Has de contratar los servicios de un procurador si el importe demandado supera los 2.000€.

 

Así como contratar un abogado.

 

Y no hablemos si al final el juez desestima tu reclamación y pierdes el juicio, pues tendrás que hacer frente a las costas del mismo. Aspecto que por vía penal no sucede.

 

Y estamos hablando de litigar contra una aseguradora y toda su maquinaria, la cual ha podido hacerte un oferta a la baja. Sabiendo que no vas a querer continuar por la vía civil por el riesgo que conlleva y que si no estás de acuerdo con la indemnización, el juicio se puede dilatar en el tiempo.

 

Al final optas con aceptar las «migajas» que te ofrecen. Resultado: La aseguradora sale ganando, ahorrando dinero, tiempo y recursos y, posiblemente tú quedas en un estado peor al anterior del accidente.

 

 

Resumen: Aparte de ser la víctima del accidente y quedar en un estado indeterminado, perder tiempo, calidad de vida y dinero por cuestión laboral y por el accidente en sí mismo. Recibes una compensación inferior a lo que te corresponde si fuese el estado quien defendiese tus intereses. Inclusive, puede que te veas en la obligación de pagar toda la maquinaria legal si pierdes el juicio. Otro artículo que nos afectaba directamente era la Omisión del Deber de Socorro (Artículo 195 del Código Penal) y ¿por qué nos afecta? Reunión DGT y Mesa Española de la Bicicleta (2017) Ejemplo: Un conductor atropella a un grupo de ciclistas dejando en mal estado a uno de ellos. El conductor no se detiene y se da a la fuga. No existe la omisión de socorro debido a que la víctima no queda desamparada y en peligro manifiesto y grave. Como se puede leer en dicho artículo:

 

El que no socorriese a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de tres a doce meses.

 

Pues es atendido por el resto de compañeros. Igualmente sucede cuando la víctima fallece en el acto, debido a que ya no se puede hacer nada por su vida, o séase que no está «…en peligro manifiesto y grave.» Ahora aparecen nuevos actores y articulados: Imprudencia grave al volante que, ahora, abarca tres supuestos: cuando se comete un delito contra la seguridad vial por exceso de velocidad, cuando se hace bajo la influencia de drogas, o bajo la influencia de alcohol. Y cuando hablamos de la Omisión de Socorro, esta queda modificada: En la nueva redacción se especifica que el abandono del lugar del accidente, cuando se ha cometido una imprudencia al volante, se sancionará con penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel y la retirada del carné de conducir entre uno y cuatro años. Si se considerara que esta omisión de socorro es «fortuita», se reducirá la pena a un máximo de seis meses, mientras que la retirada del carné podría ser de hasta dos años.

 

A continuación puedes leer los acuerdos que la Comisión de Justicia ha llegado. Ahora han de remitir a Pleno y posteriormente al Senado.

 

PROPOSICIÓN DE LEY ORGÁNICA DE MODIFICACIÓN DE LA LEY ORGÁNICA 10/1995, DE 23 DE NOVIEMBRE, DEL CÓDIGO PENAL, EN MATERIA DE IMPRUDENCIA EN LA CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS A MOTOR O CICLOMOTOR Y SANCIÓN DEL ABANDONO DEL LUGAR DEL ACCIDENTE (122/114)

 

Las modificaciones a las que se ha llegado a un primer acuerdo en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados son las que reflejamos directamente aquí:

 

Exposición de motivos

 

La presente Ley Orgánica responde a una importante demanda social, ante el incremento de accidentes en los que resultan afectados peatones y ciclistas por imprudencia en la conducción de vehículos a motor o ciclomotor, y se asienta sobre tres ejes:

 

1° La introducción de tres supuestos que se van a considerar imprudencia grave por disposición de ley, así como una interpretación auténtica de la imprudencia menos grave.

 

2° El aumento de la punición de este tipo de conductas.

 

3° La introducción del delito de abandono del lugar del accidente.

 

Por lo que se refiere al primero, cabe señalar que esta modificación supone darle carta legal a la actividad que ya desde el Ministerio Fiscal y por la jurisprudencia se venía acordando, como resulta patente en la Circular 10/2011 de la Fiscalía General del Estado sobre seguridad vial y la consideración de conducción temeraria cuando concurra un riesgo concreto para la integridad de las personas, si concurren los requisitos del artículo 379 de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Con ello se garantiza la mayor sanción para determinadas conductas particularmente graves con resultado de muerte, en particular cuando el conductor del vehículo de motor o ciclomotor conduzca bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas o exceso de velocidad. Se reconoce de forma expresa que existen determinadas circunstancias indicativas de una especial negligencia por parte del conductor y han de tener consideración inequívoca en las consecuencias penales como imprudencia grave. El aumento de la punición de este tipo de conductas se propone a través de dos vías. Por un lado, la introducción de un nuevo artículo 142 bis. La redacción permitirá al Juez o Tribunal imponer la pena de hasta nueve años de prisión en caso de varios fallecidos, o fallecidos y heridos graves,causados por la imprudencia en la conducción de vehículos a motor. Lo mismo sucede con la introducción del artículo 152 bis, que permite incrementar en un grado la pena cuando hubiera una pluralidad de personas que sufrieran las lesiones del artículo 152.1.2º o 3º, o de dos cuando ese número de lesionados fuera muy elevado. Por otro lado, el aumento de la punición también se refleja en la introducción de la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores en un nuevo párrafo del artículo 382, complementaria de la ya prevista por la regla concursal que determina la aplicación de la pena del delito más grave en su mitad superior en los casos de producción de un resultado lesivo cuando concurra la conducción temeraria, prevista y penada en el artículo 381. En tercer lugar, se introduce el delito de abandono del lugar del accidente con una redacción autónoma, dentro del Capítulo IV del Código Penal, dedicado a los delitos contra la seguridad vial, por entender que se trata de una conducta diferente y, esta vez sí, dolosa e independiente de la conducta previa imprudente o fortuita. Lo que se quiere sancionar en este caso es la maldad intrínseca en el abandono de quien sabe que deja atrás a alguien que pudiera estar lesionado o incluso fallecido, la falta de solidaridad con las víctimas, penalmente relevante por la implicación directa en el accidente previo al abandono, y las legítimas expectativas de los peatones, ciclistas o conductores de cualquier vehículo a motor o ciclomotor, de ser atendidos en caso de accidente de tráfico. Se busca evitar el concurso de normas entre este tipo penal y el delito de omisión del deber de socorro del artículo 195.3 del Código Penal para los casos de lesiones a través de la previsión contenida en el texto, de subsidiariedad de este delito respecto del aquél, refiriéndolo a los casos de personas que sufran lesiones graves pero en las que no concurran los requisitos del peligro manifiesto y grave que exige la omisión del deber de socorro.

 

Artículo único. Modificación de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal.

 

Se modifica la Ley 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en los siguientes términos:

 

Uno. El artículo 142 queda redactado del siguiente modo:

 

«Artículo 142.

 

  1. El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años. Si el homicidio imprudente se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se impondrá asimismo la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a seis años. A los efectos de este apartado, se reputará en todo caso como imprudencia grave la conducción en la que la concurrencia de alguna de las circunstancias previstas en el artículo 379determinara la producción del hecho. Si el homicidio imprudente se hubiera cometido utilizando un arma de fuego, se impondrá también la pena de privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de uno a seis años. Si el homicidio se hubiera cometido por imprudencia profesional, se impondrá además la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un periodo de tres a seis años.
  2. El que por imprudencia menos grave causare la muerte de otro, será castigado con la pena de multa de tres meses a dieciocho meses. Si el homicidio se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se podrá imponer también la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de tres a dieciocho meses. Se reputará imprudencia menos grave, cuando no sea calificada de grave, siempre que el hecho sea consecuencia de una infracción grave de las normas sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, apreciada la entidad de ésta por el Juez o el Tribunal. Si el homicidio se hubiera cometido utilizando un arma de fuego, se podrá imponer también la pena de privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de tres a dieciocho meses. El delito previsto en este apartado solo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su representante legal.

 

Dos (nuevo). Se introduce un nuevo artículo 142 bis, con la siguiente redacción:

 

“Artículo 142 bis.

 

En los casos previstos en el número 1 del artículo anterior, el Juez o Tribunal podrá imponer motivadamente la pena superior en un grado, en la extensión que estime conveniente, si el hecho revistiere notoria gravedad, en atención a la singular entidad y relevancia del riesgo creado y del deber normativo de cuidado infringido, y hubiere provocado la muerte de dos o más personas o la muerte de una y lesiones constitutivas de delito del artículo 152. 1. 2º o 3º en las demás, y en dos grados si el número de fallecidos fuere muy elevado.”

Tres (Antes Dos). El artículo 152 queda redactado del siguiente modo:

«Artículo 152.

  1. El que por imprudencia grave causare alguna de las lesiones previstas en los artículos anteriores será castigado, en atención al riesgo creado y el resultado producido.

1° Con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a dieciocho meses, si se tratare de las lesiones del apartado 1 del artículo 147. 2° Con la pena de prisión de uno a tres años, si se tratare de las lesiones del artículo 149. 3° Con la pena de prisión de seis meses a dos años, si se tratare de las lesiones del artículo 150.

Si los hechos se hubieran cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se impondrá asimismo la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a cuatro años. A los efectos de este apartado, se reputará en todo caso como imprudencia grave la conducción en la que la concurrencia de alguna de las circunstancias previstas en el artículo 379 determinara la producción del hecho. Si las lesiones se hubieran causado utilizando un arma de fuego, se impondrá también la pena de privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de uno a cuatro años. Si las lesiones hubieran sido cometidas por imprudencia profesional, se impondrá además la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de seis meses a cuatro años.

  1. El que por imprudencia menos grave causare alguna de las lesiones a que se refieren los artículos 149 y 150, será castigado con una pena de multa de tres meses a doce meses. Si los hechos se hubieran cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se podrá imponer también la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de tres meses a un año. Se reputará imprudencia menos grave, cuando no sea calificada de grave, siempre que el hecho sea consecuencia de una infracción grave de las normas sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, apreciada la entidad de ésta por el Juez o el Tribunal. Si las lesiones se hubieran causado utilizando un arma de fuego, se podrá imponer también la pena de privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de tres meses a un año. El delito previsto en este apartado solo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su representante legal.
    Cuatro (nuevo) Se introduce un nuevo artículo 152 bis, con la siguiente redacción:

 

​“Artículo 152 bis.

 

En los casos previstos en el número 1 del artículo anterior, el Juez o Tribunal podrá imponer motivadamente la pena superior en un grado, en la extensión que estime conveniente, si el hecho revistiere notoria gravedad, en atención a la singular entidad y relevancia del riesgo creado y del deber normativo de cuidado infringido, y hubiere provocado lesiones constitutivas de delito del artículo 152. 1. 2º o 3º a una pluralidad de personas, y en dos grados si el número de lesionados fuere muy elevado.”

 

Cinco (antes Tres). El artículo 382 queda redactado del siguiente modo:

 

«Artículo 382.

 

Cuando con los actos sancionados en los artículos 379, 380 y 381 se ocasionare, además del riesgo prevenido, un resultado lesivo constitutivo de delito, cualquiera que sea su gravedad, los Jueces o Tribunales apreciarán tan sólo la infracción más gravemente penada, aplicando la pena en su mitad superior y condenando, en todo caso, al resarcimiento de la responsabilidad civil que se hubiera originado. Cuando el resultado lesivo concurra con un delito del artículo 381, se impondrá en todo caso la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores prevista en este precepto en su mitad superior.”

 

Seis (nuevo). Se introduce un nuevo artículo 382 bis, con la siguiente redacción:

 

“Artículo 382 bis

  1. El conductor de un vehículo a motor o de un ciclomotor que, fuera de los casos contemplados en el artículo 195, voluntariamente y sin que concurra riesgo propio o de terceros, abandone el lugar de los hechos tras causar un accidente en el que fallecieran una o varias personas o en el que se le causare lesión constitutiva de un delito del artículo 152.2, será castigado como autor de un delito de abandono del lugar del accidente.
  2. Los hechos contemplados en este artículo que tuvieran su origen en una acción imprudente del conductor, serán castigados con la pena de prisión de seis meses a cuatro años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a cuatro años.
  3. Si el origen de los hechos que dan lugar al abandono fuera fortuito le corresponderá una pena de tres a seis meses de prisión y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de seis meses a dos años.”
  4. Disposición final única. Entrada en vigor.

 

La presente Ley Orgánica entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bicicletas vs Canarias7

Artículo Canarias7Ya he dicho en otras publicaciones a raíz de los cambios de movilidad que está habiendo en la ciudad de Las Palmas de G.C., tomándolo como ejemplo de lo que sucede en otras urbes españolas, que toda modificación del actual «status quo» genera un choque.

Hay cierto sector en todo cambio, que está contento de como están las cosas, aunque esas cosas estén mal, pues desde su punto de vista personal está en zona cómoda o eso cree y no desea modificación alguna.
Para muestra un botón. En este caso el artículo del propio director del periódico Canarias7 que realiza una crítica poco sustentable sobre la movilidad de la ciudad. Cayendo en los clásicos argumentos que vienen del mundo automovilista y que considera que el derecho al uso del automóvil privado está por encima del derecho de los que deciden a no usar el coche y a moverse de otra forma. Y además con una memoria histórica sumamente corta, al argumentar una tradición «cochista» del ciudadano de la capital de la provincia, como si de toda la vida el ciudadano se hubiese movido en su coche privado, aunque este fuese tirado por bueyes. Y mezclando la educación en la misma coctelera.
Canarias7: Y la tradición, la cultura y la educación en Canarias pasa por una movilidad que tiene en el vehículo privado su soporte clave.
Y ya para rematar y como he dicho anteriormente, saca el sobado tema de la falta de respeto de los ciclistas a las normas de tráfico, equiparando la bicicleta con el vehículo a motor. Y no voy a caer en el «y tu más» pues lo tendría sumamente sencillo y podría rebatir cualquier argumento actual o futuro que me hiciese un «cochista» contra la falta de respeto del reglamento de circulación por parte de ciclistas.
Igualar el saltarse un semáforo una bicicleta a un automóvil, dice muy poco del conocimiento sobre movilidad que tiene el autor de dicho artículo. No justifico, como es lógico y con la actual normativa, el saltarse el semáforo, otra cosa es que considere que la bicicleta, por los beneficios que genera a la totalidad de la sociedad, debería de tener unas prebendas para que sea mucho más atractivo el cambio de sistema de movilidad, sea superar semáforo en rojo en determinadas calles y con giros a derecha o el tener espacio adelantado en los semáforos y que éstos den paso a la bicicleta antes que al automóvil.
Pero volviendo al artículo es muy ilustrativo del miedo que genera el cambio de la movilidad en la ciudad lean un artículo que trato este tema. Una movilidad que actualmente vive una dictadura del automóvil y que la administración ha ido alimentando durante años, hasta que ha descubierto o se ha dado de bruces contra lo que ha supuesto el coste social que ha generado el uso extremo del automóvil. La ciudad de Las Palmas de G. C. tiene unos 700 coches por cada 1000 habitantes y ese automóvil mueve, en el 70% de los casos y en esos 1000 kg. de peso y 9 m2 de espacio que ocupa, a una sola persona ¿lógico? para desplazarse de media unos 5 km.
El autor no se da cuenta o no quiere, que el problema de la movilidad no la ha generado las bicicletas que «se saltan» el semáforo o que van por la acera usurpando el espacio al ciudadano de a pie. El problema lo ha generado el automóvil privado y su excesivo uso, la bicicleta si va por la acera, es por el miedo que ha creado el automóvil en la ciudad. 
Y si entramos en el análisis del medio de transporte y los costes que genera, el automóvil no saldría muy bien parado. Su uso afecta a la especulación urbanística, también a difuminar el entramado económico de las tiendas de barrio, cambiándolo por los macro centros comerciales para multinacionales con aparcamientos enormes. La construcción de las vías de circunvalación es una manera de ahorcar la ciudad y crea la posibilitar de la compra de viviendas en las áreas metropolitanas, con nuevos accesos creados a razón del mayor desplazamiento pendular (casa-trabajo-casa). Y si hablamos de los aspectos sanitarios que genera el automóvil ya no habría color. Tengamos en cuenta que los gastos sanitarios los pagamos todos y una sociedad que se mueva más en bicicleta o caminando, es una sociedad más sana. Y por último toquemos lo que nos cuesta el mantenimiento de toda una infraestructura automovilística que también hemos de pagar todos, tenga o no automóvil.
Y no entro en deshacer los argumentos de carné para ciclistas, impuestos o seguro. Para eso, quien quiera argumentarlo contra la bicicleta, ha de conocer la ley impositiva española o las razones de seguros o carné. ¡¡ Ah, se me olvidaba !! Cuando un ciclista colisione con un automóvil, mate a sus tres ocupantes, se dé a la fuga y cuando sea detenido arroje positivo en drogas y alcoholemia, entonces y solo entonces, podremos sentarnos a hablar sobre el peligro de las bicicletas.
A la postre, a veces y solo a veces, deseo que sigamos por los mismos senderos en lo que ha movilidad se refiere así, cuando en la ciudad no se pueda mover recordemos que: «Cualquier tiempo pasado fue mejor».
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